El Director General de la FAO pide a los países del G20 que las tecnologías de la información se adapten a los campesinos de los países en desarrollo


22 de enero de 2017, Berlín - En una era en la que retos como el cambio climático y la escasez de recursos naturales hacen que la agricultura requiera cada vez un mayor nivel de conocimientos técnicos, los agricultores familiares en los países en desarrollo necesitan información y herramientas tecnológicas que les ayuden no solo a mantenerse, sino a alimentar a una creciente población mundial, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

"Millones de pequeños agricultores familiares necesitan asistencia técnica y financiera para ser más resilientes y adaptarse a los impactos del cambio climático. Deben ser capaces de permanecer en sus tierras, producir sus propios alimentos y también tener acceso a los mercados", aseguró al intervenir en una 
reunión de ministros de Agricultura del G20 que se celebra hoy en la capital alemana.

El Director General de la FAO argumentó que las zonas rurales del mundo serán el lugar clave donde se librará la batalla para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ya que es allí donde se concentran la pobreza y el hambre.

Al mismo tiempo, en este mismo ámbito tiene que lograrse el grueso de los aumentos de rendimientos agrícolas necesarios para alimentar a una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de habitantes en 2050 y ello dependerá en gran medida de los pequeños agricultores familiares, según informes de la FAO.

"Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden tener un enorme impacto en la eficiencia, la resiliencia y la inclusión de los agricultores familiares pobres", aseguró Graziano da Silva. 


Esta es la razón por la cual la FAO impulsa una estrategia digital que apunta a apoyar a las personas más vulnerables mediante el intercambio de conocimientos y el aprendizaje de tipo participativo.

Una de las primeras iniciativas que ya está dando frutos en este sentido es la colaboración con Google de la Organización de la ONU para que los datos satelitales de alta resolución sean una herramienta cotidiana en para monitorear y gestionar los recursos naturales, promover la agricultura sostenible y fortalecer la seguridad alimentaria.

La FAO está estudiando también las opciones tecnológicas para ofrecer a los pequeños campesinos previsiones a nivel de microclima, y colabora con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para encontrar maneras adicionales de mejorar los pronósticos meteorológicos para los agricultores.

Estos esfuerzos estarían dirigidos "en particular a los 70 países que no tienen establecidos servicios meteorológicos nacionales", dijo Graziano da Silva, subrayando que esta es una prioridad importante.

El Director General de la FAO pidió apoyo para que los datos meteorológicos disponibles a nivel mundial puedan trasladarse a nivel local en beneficio de agricultores, ganaderos y pescadores.

A petición del G20, la FAO se ha asociado con el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para evaluar las aplicaciones y plataformas existentes de información y comunicación agrícolas, para orientar al G20 sobre la manera de mejorarlas.

Escasez de agua, resistencia antimicrobiana 
En su intervención, el Director General de la FAO felicitó al G20 por seguir centrándose en las cuestiones clave de la escasez de agua y la resistencia a los antimicrobianos.

La FAO calcula que unos 2 100 millones de personas viven en las zonas áridas del planeta y que unos 260 millones, la mayoría en zonas rurales, carecen de acceso a agua potable, aunque tener agua "es uno de los derechos humanos", apuntó el responsable de la FAO.

Por ello invitó a los presentes a participar en el Marco mundial para la escasez de agua que la FAO y sus socios lanzaron durante la reciente Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático en Marrakech. Esta estrategia tiene por objeto ayudar a los países y las comunidades a mejorar su eficiencia en el uso del agua y a aumentar su resiliencia ante las sequías.

Tras recordar que la resistencia antimicrobiana (AMR, por sus siglas en inglés) es otra prioridad para el G20, instó al grupo a seguir apoyando los esfuerzos de la FAO para promover el uso responsable de los antibióticos en el sector agrícola para prevenir la propagación de la AMR.