El Caribe Insular representa solo el 0.15% de la superficie de la
tierra, sin embargo posee una impresionante riqueza de especies con un
sobresaliente alto nivel de endemismo. Se estima que el 54% de sus
vertebrados y un 59% de sus plantas son endémicas. Las islas del Caribe
son reconocidas por estar entre los cuatro primeros lugares de
importancia en un listado de los 34 "Puntos Calientes de la
biodiversidad" en el mundo.
Los ecosistemas del Caribe suplen importantes recursos para los
medios de vida humanos y el bienestar, tales como alimentación, plantas
medicinales, materiales y combustible. A través de la provisión de un
incontable número de servicios ecosistémicos tales como protección
costera contra el oleaje marino, así como conservación de suelos y
protección del agua; la naturaleza también apoyo a las economías
regionales e internacionales.
Pese a esto, ésta profusa biodiversidad está bajo grave riesgo. Solo 10% de la cobertura forestal original se mantiene y esta ocurre únicamente en pequeñas y disgregadas zonas las cuales están en continua reducción. Actualmente, al menos 50 especies del Caribe han sido llevadas a la extinción principalmente a causa de la aparición de especies exóticas invasoras.
La región insular posee una población humana aproximada de 35.5 millones de personas lo que conlleva una densidad poblacional de 155 personas por kilómetro cuadrado. Ésta cantidad de población humana, mucha de la cual depende directamente de la biodiversidad como medio de subsistencia ha tenido un impacto significativo sobre la diversidad biológica de la región. Deforestación, sobreexplotación y la introducción de especies exóticas han degradado los sistemas naturales en la región, a un nivel de destrucción muy alto, el cual, hoy está siendo exacerbado aun más por el Cambio Climático.
Existe la necesidad urgente de impulsar acciones de conservación las cuales requieren de información confiable acerca de la distribución, el hábitat, la salud de las poblaciones animales y vegetales, así como la determinación de las principales amenazas que enfrentan. En ausencia de tal información, la mayoría de iniciativas de desarrollo económico continúan a paso firme sin tener una clara comprensión de los impactos que están causando sobre la biodiversidad.
La implementación de políticas internacionales de conservación como el Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD), la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), así como acuerdos regionales como el Protocolo para las Áreas y las Especies especialmente Protegidas (SPAW, por sus siglas en inglés) mediante el desarrollo de legislaciones nacionales sobre biodiversidad, requieren alta calidad de la información para determinar el estado de la conservación de las especies.
En respuesta a una resolución lograda durante el Congreso Mundial de la Conservación de la UICN en el 2004 en Tailandia, la Oficina Regional para Mesoamérica y el Caribe de la UICN, ha desarrollado e implementado una iniciativa desde el año 2008, la cual busca dar apoyo al Caribe Insular en cuanto a temáticas de conservación y desarrollo sostenible. De este esfuerzo surge la necesidad y oportunidad de preparar una Lista Roja de Especies para el Caribe, acción que se ha identificado como clave para alcanzar las metas de conservación trazadas.
La Lista Roja de Especies Amenazadas es una metodología internacionalmente reconocida para evaluar el estado de la biodiversidad y puede ser utilizada para monitorear tendencias para la toma de decisiones de conservación. En el 2003, en respuesta a una creciente demanda de este tipo de información, UICN desarrolló un conjunto de criterios de evaluación transparentes y cuantitativos para evaluar el estado d elas especies a nivel regional. Este enfoque es ahora aceptado como un parámetro internacional y está siendo aplicado en muchos países y regiones a lo largo y ancho del mundo.
Muchos países y territorios dentro del Caribe han lanzado iniciativas para evaluar el estado de conservación de su propia fauna y flora tales como Antigua-and-Barbuda, Cuba, República Dominicana, Guadalupe y Martinica. Algunas organizaciones están llevando a cabo evaluaciones de especies para todo el Caribe, algunos ejemplos de estas organizaciones son Birdlife y diversos grupos de especialistas de la Comisión de Supervivencia de Especies (SSC) de la UICN.
La Lista Roja cubrirá completamente el Caribe Insular, de manera que todas las islas del Caribe sean en sí mismas un punto de interés biológico relevante.
De especial preocupación para el área son las especies de peces, tanto por su importancia ecositémica como por su papel clave en la provisión de medios de vida para las poblaciones locales en términos de su capacidad para suplir necesidades de alimentación e ingresos económicos. Así, el primer paquete de especies a ser evaluado y que utilizará las categorías y criterios de la Lista Roja de la UICN serán los peces marinos.
Esta iniciativa es uno de los proyectos financiados dentro del Acuerdo Marco entre la UICN y el Gobierno de Francia y está siendo implementado por la Oficiana Regional de la UICN para Mesoamérica y el Caribe (ORMA). Para llevar a cabo el trabajo, ORMA cuenta con una oficina en la isla de Guadalupe, así como el apoyo de miembros de la Unión, organizaciones socias y expertos.
Pese a esto, ésta profusa biodiversidad está bajo grave riesgo. Solo 10% de la cobertura forestal original se mantiene y esta ocurre únicamente en pequeñas y disgregadas zonas las cuales están en continua reducción. Actualmente, al menos 50 especies del Caribe han sido llevadas a la extinción principalmente a causa de la aparición de especies exóticas invasoras.
La región insular posee una población humana aproximada de 35.5 millones de personas lo que conlleva una densidad poblacional de 155 personas por kilómetro cuadrado. Ésta cantidad de población humana, mucha de la cual depende directamente de la biodiversidad como medio de subsistencia ha tenido un impacto significativo sobre la diversidad biológica de la región. Deforestación, sobreexplotación y la introducción de especies exóticas han degradado los sistemas naturales en la región, a un nivel de destrucción muy alto, el cual, hoy está siendo exacerbado aun más por el Cambio Climático.
Existe la necesidad urgente de impulsar acciones de conservación las cuales requieren de información confiable acerca de la distribución, el hábitat, la salud de las poblaciones animales y vegetales, así como la determinación de las principales amenazas que enfrentan. En ausencia de tal información, la mayoría de iniciativas de desarrollo económico continúan a paso firme sin tener una clara comprensión de los impactos que están causando sobre la biodiversidad.
La implementación de políticas internacionales de conservación como el Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD), la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), así como acuerdos regionales como el Protocolo para las Áreas y las Especies especialmente Protegidas (SPAW, por sus siglas en inglés) mediante el desarrollo de legislaciones nacionales sobre biodiversidad, requieren alta calidad de la información para determinar el estado de la conservación de las especies.
En respuesta a una resolución lograda durante el Congreso Mundial de la Conservación de la UICN en el 2004 en Tailandia, la Oficina Regional para Mesoamérica y el Caribe de la UICN, ha desarrollado e implementado una iniciativa desde el año 2008, la cual busca dar apoyo al Caribe Insular en cuanto a temáticas de conservación y desarrollo sostenible. De este esfuerzo surge la necesidad y oportunidad de preparar una Lista Roja de Especies para el Caribe, acción que se ha identificado como clave para alcanzar las metas de conservación trazadas.
La Lista Roja de Especies Amenazadas es una metodología internacionalmente reconocida para evaluar el estado de la biodiversidad y puede ser utilizada para monitorear tendencias para la toma de decisiones de conservación. En el 2003, en respuesta a una creciente demanda de este tipo de información, UICN desarrolló un conjunto de criterios de evaluación transparentes y cuantitativos para evaluar el estado d elas especies a nivel regional. Este enfoque es ahora aceptado como un parámetro internacional y está siendo aplicado en muchos países y regiones a lo largo y ancho del mundo.
Muchos países y territorios dentro del Caribe han lanzado iniciativas para evaluar el estado de conservación de su propia fauna y flora tales como Antigua-and-Barbuda, Cuba, República Dominicana, Guadalupe y Martinica. Algunas organizaciones están llevando a cabo evaluaciones de especies para todo el Caribe, algunos ejemplos de estas organizaciones son Birdlife y diversos grupos de especialistas de la Comisión de Supervivencia de Especies (SSC) de la UICN.
La Lista Roja cubrirá completamente el Caribe Insular, de manera que todas las islas del Caribe sean en sí mismas un punto de interés biológico relevante.
De especial preocupación para el área son las especies de peces, tanto por su importancia ecositémica como por su papel clave en la provisión de medios de vida para las poblaciones locales en términos de su capacidad para suplir necesidades de alimentación e ingresos económicos. Así, el primer paquete de especies a ser evaluado y que utilizará las categorías y criterios de la Lista Roja de la UICN serán los peces marinos.
Esta iniciativa es uno de los proyectos financiados dentro del Acuerdo Marco entre la UICN y el Gobierno de Francia y está siendo implementado por la Oficiana Regional de la UICN para Mesoamérica y el Caribe (ORMA). Para llevar a cabo el trabajo, ORMA cuenta con una oficina en la isla de Guadalupe, así como el apoyo de miembros de la Unión, organizaciones socias y expertos.
Objetivos del proyecto
La elaboración de la lista roja es un proceso que ha sido iniciado
y continua progresando. Su aspiración es evaluar el estado de
conservación de la flora y fauna de la amplia diversidad de ecosistemas
en áreas clave de la biodiversidad a lo largo de la región del Caribe,
así como, mobilizar y dinamizar el conocimiento existente a todos los
actores sociales interesados en la conservación.
La Lista Roja procura entablar relaciones y alianzas con
organizaciones no gubernanmentales y científicos con el propósito de
brindar la información que gobiernos y organizaciones no gubernamentales
requieren para implementar y monitorear prácticas de conservación en el
campo.
Entre algunas de sus metas específicas podemos mencionar:
Entre algunas de sus metas específicas podemos mencionar:
- Establecer una línea base que tome en cuenta el estado de la biodiversidad dentro de los países que componen el Caribe Insular en diversos grupos de especies y ecosistemas.
- Incrementar la cobertura taxonómica de la Lista Roja en el Caribe Insular por medio de una evaluación de series de grupos taxonómicos completos o grupos de especies de ecosistemas marinos y terrestres.
- Fortalecer la red regional de expertos incluyendo universidades, centros científicos y organizaciones no gubernamentales, así como generar capacidades para la conservación de especies en la región.
- Presentar datos sobre biodiversidad ante la opinión pública mediante la generación de reportes regionales para la concienciación pública.
- Desarrollar un robusto sistema para momnitorear el estado de la biodiversidad y anticipar sus futuras tendencias.
- Informar a planificadores y tomadores de decisión sobre las posibles prioridades de conservación y cómo éstas pueden ser tomadas en consideración en el proceso de planificación del desarrollo.
- Generar información para ayudar a los países en la implementación de la Convención de Cartagena y sus protocolos (especialmente el protocolo SPAW), y el Convenio sobre Diversidad Biológica, así como apoyar y guiar las acciones de conservación.
- Mejorar la comprensión científica sobre la biodiversidad en búsqueda de conducir evaluaciones del estado de las especies y desarrollar indicadores confiables.
- Mejorar la comprensión científica sobre la importancia que la biodiversidad tiene para los seres humanos.
- Monitorear los impactos que las inversiones públicas y privadas tienen sobre la biodiversidad.
- Incrementar la cobertura de la Lista Roja Global.
Proceso y método de evaluación de la Lista Roja del Caribe
Los diversos pasos para la evaluación de especies según lo
establecido en la metodología de la Lista Roja de la UICN se presenta a
continuación:
- Compilar una lista de especies a ser evaluadas
- Involucrar grupos de expertos en especies
- Indentificar expertos regionales
- Compilar datos, generar listas y realizar un mapeo utilizando información brindada por expertos.
- Realizar talleres de evaluación con expertos.
- Presentación de los datos y análisis logrados.
- Publicación de la información en el sitio global de la Lista Roja (www.redlist.org) y la diseminación pública de la información.
- Utilización y diseminación de la información recopilada en la lista.
Criterios para la definición del estado de las especies
La definición del estado de las especies y su grado de
vulnerabilidad y amenaza está definido por una serie de criterios
técnicos ampliamente validados en el mundo.
El estado de la conservación de las especies del Caribe es
evaluada mediante la aplicación de las “Categorías y Criterios de la
Lista Roja de la UICN 2001: Versión 3.1, así como la aplicación de los
criterios y guías de la Lista Roja a nivel regional (versión 3.0). (http://www.iucnredlist.org/technical-documents/categories-and-criteria).
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