Director General del IICA reta a investigadores a acercar la agricultura y la ciencia.


En República Dominicana, el Director General del IICA aseguró que la ciencia y la tecnología cobran mayor relevancia en la agricultura actual, debido a nuevas incertidumbres económicas, sociales y ambientales.

Santo Domingo, República Dominicana, 24 de enero, 2012 (IICA). Incorporar más la ciencia y la tecnología a la agricultura, para fortalecerla en su gigantesca tarea de producir más alimentos y hacerlo en forma más sostenible, fue el reto que el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor M. Villalobos, lanzó ante investigadores reunidos en República Dominicana, quienes debaten sobre la situación actual y futura de la alimentación en América Latina y el Caribe.
En la apertura del VI Seminario Internacional de Políticas Agroalimentarias, en Santo Domingo, Villalobos expresó que la necesidad de mejorar los sistemas agroalimentarios está marcada por el cambio climático, el aumento de la población mundial y la modificación de sus hábitos de consumo. El encuentro fue organizado por el Ministerio de Agricultura dominicano y el Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF), con el apoyo del IICA.
La visita del Director General del Instituto a República Dominicana incluye una reunión con altas autoridades del Gobierno y varias giras de campo.
En el seminario, Villalobos afirmó que se está gestando una nueva agricultura, basada en la innovación: “Este elemento será la base para transitar de una agricultura tradicionalista a una más productiva, sustentable e incluyente”, expresó.
Entre los retos que enfrentan los sistemas agroalimentarios actuales destaca la expectativa de que en 40 años el planeta tendrá más de 9.000 millones de habitantes, principalmente urbanos. El ingreso promedio de la población en los países emergentes crecerá, por lo que se espera que aumente también su demanda de bienes.
En el caso de los alimentos, los mercados llamados a satisfacer su demanda aún son inestables, después de la crisis de precios del 2008.
Otras fuerzas motoras que modifican el panorama agroalimentario mundial son la globalización y liberalización de mercados, los cambios en las cadenas de valor, la competencia por recursos escasos y las mayores exigencias de los consumidores en temas como sistemas de producción respetuosos con el ambiente y la integridad de las personas, la inocuidad, la trazabilidad y la calidad de los alimentos.
Energía, agua, suelo, acceso a innovaciones tecnológicas, tecnologías de información y comunicación y capital humano son ejemplos de los recursos por los que competirán los sistemas productivos en el futuro, explicó Villalobos.
Resumió los grandes retos de la nueva agricultura en tres áreas: competitividad, sustentabilidad y seguridad alimentaria.
En el primero, se deberá alcanzar una mayor productividad por unidad de área o unidad animal y mejorar el valor, calidad, tipo y uso de los alimentos, entre otros desafíos. “Las investigaciones para desarrollar nuevas variedades vegetales y animales, conservar el germoplasma y aprovechar más y mejor los suelos y el agua son grandes pasos encaminados a mejorar la competitividad agrícola”, dijo el Director General del IICA.
Villalobos pidió a los investigadores encontrar mecanismos de inclusión de los productores de pequeña escala y de las mujeres rurales en las cadenas de valor agrícolas, lo que permitiría una mayor sustentabilidad económica y social, al tiempo que se acelerarían los procesos de mitigación y adaptación de la agricultura al cambio climático, para un mayor equilibrio ambiental.
“Mejorar la articulación de los productores de pequeña escala con los mercados también es una oportunidad para aumentar la seguridad alimentaria, pero aún falta fortalecer el acceso de estas personas a los bienes de producción, elevar la inversión en infraestructura y territorios rurales y reducir las pérdidas de alimentos”, agregó.