José Graciano Da Silva.

Achim Steiner.
Lanzan una campaña mundial para dar un giro a la cultura del desperdicio de alimentos.


Consumidores, industria alimentaria y gobiernos desempeñan cada uno un importante papel en la reducción de los 1.300 millones de toneladas anuales de alimentos que se pierden o desperdician


Ginebra, 22 de enero de 2012 - Según la nueva campaña global para reducir el desperdicio de
alimentos lanzada hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
 la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras entidades asociadas, los
consumidores y los minoristas del sector de la alimentación pueden, mediante algunas sencillas medidas,
contribuir a reducir drásticamente los 1,3 millones de toneladas de alimentos perdidos o desperdiciados
 cada año, ayudando así a crear a un futuro sostenible.
La campaña "Piensa Aliméntate Ahorra. Reduce tu huella" está planteada como apoyo a la Iniciativa
SaveFood que, liderada por la FAO y el grupo organizador de ferias de comercio Messe Düsseldorf,
 se propone reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, así como a las iniciativas de Hambre Cero
del Secretario General de la ONU. En particular, la campaña pone el foco en la comida desperdiciada
por los consumidores, los minoristas y la industria hotelera.
Además, aprovecha la experiencia de organizaciones como WRAP, Feeding the 5,000 y otros socios,
incluidos los gobiernos nacionales, que cuentan con una considerable experiencia en focalizar y modificar
 prácticas que generan desperdicios.
La campaña Piensa Aliméntate Ahorra tiene como objetivo acelerar las medidas relacionadas
con estos temas y proporcionar una visión global así como un portal de intercambio de información
 (www.thinkeatsave.org) de alcance mundial para las múltiples y diversas iniciativas que se están
 desarrollando en todo el mundo.
Según los datos publicados por la FAO, en torno a un tercio del total de los alimentos que se
 producen a nivel mundial, por un valor de un billón de dólares, se pierde o se desperdicia en los
 propios sistemas de producción y consumo de alimentos. La pérdida de alimentos se produce
principalmente en las etapas de producción —recolección, procesamiento y distribución— mientras
que el desperdicio de alimentos se produce, en general, al final de la cadena de suministro de alimentos,
 a manos de los minoristas y los consumidores.
"En un mundo de siete mil millones de personas, que se prevé asciendan a nueve mil millones
en 2050, desperdiciar comida no tiene sentido ni económica, ni ambiental ni éticamente", declaró
 Achim Steiner, Secretario General Adjunto de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA.
"Aparte de las consecuencias financieras, también se desperdicia toda la tierra, el agua, los fertilizantes
y la mano de obra que son necesarios para cultivar los alimentos —por no hablar de las emisiones de gases
de efecto invernadero producidas por la descomposición de alimentos en los vertederos y del transporte de
 alimentos que terminan echándose a perder", añadió. "Para hacer realidad la visión de un mundo realmente
sostenible, necesitamos transformar la forma en que producimos y consumimos nuestros recursos naturales".
"Juntos, podemos revertir esta tendencia inaceptable y mejorar la vida de las personas. En las regiones
 industrializadas, casi la mitad de los alimentos desperdiciados, unos 300 millones de toneladas al año,
proviene del descarte, por parte de productores, minoristas y consumidores, de alimentos todavía aptos
 para el consumo", declaró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. "Esta cantidad supera
 la producción neta de alimentos del África subsahariana, y sería suficiente para alimentar a los cerca de
870 millones de personas que todavía pasan hambre en el mundo."
"Si conseguimos ayudar a los productores de alimentos a reducir las pérdidas a través de mejores métodos
 de recolección, procesamiento, almacenamiento, transporte y comercialización, y complementar esto con
cambios profundos y duraderos en las formas de consumo de los alimentos, podremos entonces tener un
mundo más sano y sin hambre", agregó Graziano da Silva.
El sistema alimentario global tiene profundas implicaciones para el medio ambiente. Además, al producirse
más alimentos que los que se consumen, se están exacerbando las presiones ambientales, entre las que
destacan las siguientes:


• Más del 20 por ciento de la tierra cultivada, el 30 por ciento de los bosques y el 10 por ciento de los
pastizales están sometidos a degradación;

• A nivel mundial, se ha agotado el 9 por ciento de los recursos de agua dulce, un 70 por ciento de esta
cifra dedicado a la agricultura de regadío;

• Los cambios en la agricultura y en el uso de tierra, como la deforestación, generan más del 30 por
 ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero globales;

• El sistema agroalimentario consume casi el 30 por ciento de la energía disponible para el usuario final
en todo el mundo;

• La sobrepesca y mala gestión contribuyen a la disminución del número de peces y se considera que
 en torno al 30 por ciento de las poblaciones de peces marinos están siendo actualmente sobreexplotadas.

La puesta en marcha de la campaña responde en parte a los resultados de la Cumbre de Río+20, celebrada
 en junio de 2012, en la que los jefes de Estado y de Gobierno dieron el visto bueno para un marco de
 programas de 10 años sobre pautas de consumo y producción sostenibles (CPS). Teniendo en cuenta la
 necesidad de mantener la base mundial de producción de alimentos, reducir su impacto ambiental, y alimentar
a una población humana en crecimiento, el desarrollo de un programa de CPS para el sector de la alimentación debe constituir una parte esencial de este marco.
"No hay tema más emblemático que este en lo que respecta a las oportunidades que tenemos de lograr un
 mundo más sostenible en el que se haga un uso más eficiente de los recursos —y no hay ningún otro tema
que pueda unir a Norte y Sur, y a consumidores y productores de todas partes del planeta por una causa
común", añadió Steiner.

Según la FAO (http://www.fao.org/save-food/es/), prácticamente un 95 por ciento de las pérdidas y
del desperdicio de alimentos registrados en los países en desarrollo son pérdidas no intencionadas que se
producen en las primeras etapas de la cadena de suministro de alimentos como consecuencia de limitaciones
 financieras, administrativas y técnicas en los procedimientos de recolección; instalaciones de almacenamiento
 y refrigeración en condiciones climáticas adversas; infraestructura; y los sistemas de envasado y
 comercialización.
Por el contrario, en el mundo desarrollado, las pérdidas son mucho más significativas al final de la cadena.
En el mundo desarrollado, en los niveles de producción y de venta minorista, se desperdician grandes
cantidades de alimentos debido a prácticas ineficientes, a unos estándares de calidad que confieren una
 importancia desmedida al aspecto, a la confusión que generan las etiquetas con diversas fechas, y a que
a los consumidores no les tiembla el pulso al tirar comida en buen estado por comprar más de lo que
necesitan, por almacenar los productos de forma inadecuada o por preparar comidas demasiado abundantes.

El desperdicio de alimentos per cápita entre los consumidores oscila entre 95 y 115 kg al año en Europa
 y América del Norte/Oceanía, mientras que los consumidores del África subsahariana, Asia meridional y
Asia sudoriental solo desperdician entre 6 y 11 kg de comida al año.
Según WRAP, en el Reino Unido una familia promedio podría ahorrarse 680 libras esterlinas al año
 (unos 1.090 dólares americanos) y el sector de la hostelería hasta 724 millones de libras esterlinas
(unos 1,2 mil millones de dólares) al año si se abordara el tema del desperdicio de alimentos.

"En el Reino Unido hemos demostrado cómo el hecho de hacer frente al tema del desperdicio de
 alimentos a través de la participación de los consumidores y del establecimiento de un acuerdo colectivo
 con los minoristas y las marcas, reduce las presiones medioambientales y contribuye al crecimiento
 económico", explicó la Dra. Liz Goodwin, directora general de WRAP. "Con el aumento de la población,
los recursos van a ser objeto de aún más presión, y estamos muy contentos de asociarnos con el PNUMA
y la FAO para la campaña Piensa Aliméntate Ahorra, lo que supone un gran comienzo en la lucha contra
el desperdicio de alimentos a escala mundial”.

Siguiendo una línea similar a la de otras partes del mundo, la Unión Europea se encuentra ya estudiando
 el tema del desperdicio de alimentos, y la Comisión Europea está dando crédito a la nueva iniciativa.

"En la UE nos hemos fijado la meta de reducir a la mitad los desperdicios de alimentos aptos y eliminar
 virtualmente los vertederos para el año 2020. La Comisión tiene previsto presentar el año que viene ideas
 sobre la sostenibilidad del sistema alimentario con un fuerte enfoque en el tema de los desperdicios de
 alimentos", declaró el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik.

"Una menor cantidad de desperdicios de alimentos sería reflejo de un uso más eficiente de la tierra, de una
 mejor gestión de los recursos hídricos y de un uso más sostenible del fósforo, además de tener repercusiones
 positivas sobre el cambio climático." "Nuestro trabajo se ajusta perfectamente al lanzamiento de esta
iniciativa", añadió.
Para que la campaña pueda alcanzar todo su potencial, tiene que contar con la participación de todos
 (familias, supermercados, cadenas de hoteles, escuelas, clubes deportivos y sociales, directores de
 empresas, alcaldes, líderes nacionales y mundiales).
El sitio web de la campaña, www.thinkeatsave.org, proporciona consejos sencillos para consumidores
 y minoristas, dará a los usuarios la oportunidad de asumir compromisos relacionados con la reducción
 del desperdicio de alimentos y sirve como plataforma para que todos aquellos que están realizando
 campañas en este ámbito puedan intercambiar ideas y crear una verdadera cultura global de consumo
 sostenible de alimentos.
Se incluyen a continuación algunos de los consejos del sitio web que ayudarán a consumidores
, minoristas y a la industria hotelera a reducir la cantidad de desperdicios y, consecuentemente, su impacto
ambiental y el costo económico.


Consejos a los consumidores

• Compre de forma inteligente: Planifique las comidas, elabore una lista de la compra, compre a granel,
 evite compras impulsivas y no sucumba a los trucos de marketing que nos invitan a comprar más alimentos
de los que necesitamos.

• Compre fruta divertida: Muchas frutas y verduras son desechadas porque su tamaño, su forma o su color
 no son los "adecuados". Al comprar esta fruta, que está en perfecto estado, ya sea directamente en el
puesto del agricultor o en cualquier otro lugar, se están consumiendo alimentos que de otro modo podrían
echarse a perder.

• Comprender el significado de las fechas de las etiquetas: las fechas de consumo preferente son una
sugerencia del fabricante para disfrutar de la mejor calidad posible del producto. La mayoría de los
 alimentos pueden consumirse sin peligro mucho después de estas fechas. La fecha que sí es importante
 es la de caducidad, que implica que hay que consumir el producto antes de dicha fecha o comprobar si
 se puede congelar.

• Aproveche todo lo que tiene en su frigorífico: Algunos sitios web como el de WRAP
 (www.lovefoodhatewaste.com) pueden ayudar a los consumidores a ser creativos con recetas para
usar todo lo que pudiera echarse a perder pronto.

• Otras medidas podrían ser: congelar la comida; seguir las indicaciones de almacenamiento para
conservar la comida en el mejor estado posible; pedir raciones más pequeñas en los restaurantes;
aprovechar las sobras —ya sean de comida casera, de restaurante o para llevar; hacer compost con
los restos; y donar los alimentos que nos sobran a bancos de alimentos, comedores, despensas y refugios
de nuestra comunidad.

Consejos a los minoristas y la industria hotelera

• Los minoristas pueden realizar auditorías de desperdicios y análisis de pérdidas de productos en áreas
 en las que se produzcan grandes desperdicios, trabajar con los proveedores para reducir el desperdicio,
 sacar ofertas para los productos que se estén acercando a su fecha de caducidad, rediseñar la disposición
de los productos expuestos para que sea más comedida, estandarizar el etiquetado y aumentar las
donaciones de alimentos, entre otras acciones.

• Por su parte, los restaurantes, bares y hoteles pueden reducir las opciones de sus cartas e introducir
 raciones flexibles, realizar auditorías de desperdicios y crear programas de compromiso del personal,
entre muchas otras medidas.

• Los supermercados, hoteles, restaurantes, empresas, ciudades y países podrán utilizar el sitio web
 para comprometerse a cuantificar los alimentos que desperdician y ponerse metas para reducir esta cantidad.


NOTAS 

La expresión "pérdida de alimentos" se refiere a los alimentos que se derraman, se estropean o se echan a
 perder de cualquier otra manera, o que ven reducidos su calidad y su valor antes de llegar a su fase de
producto final. Por lo general, la pérdida de alimentos se produce en las etapas de producción, poscosecha,
procesamiento y distribución de la cadena de suministro de alimentos.
a expresión "desperdicio de alimentos" hace referencia a aquellos alimentos que completan la cadena de

 suministro de alimentos para convertirse en un producto final de buena calidad y apto para el consumo, pero
que, aún así, no se consumen porque se descartan ya sea antes o después de que se hayan echado a perder.
 Por lo general, pero no exclusivamente, el desperdicio de alimentos se produce durante las fases de venta
y consumo de la cadena de suministro de alimentos.

Campaña Piensa Aliméntate Ahorra. Reduce tu Huella

Para más información sobre la campaña, visita www.thinkeatsave.org.

Iniciativa SAVE FOOD

 Iniciativa Mundial SAVE FOOD, que aborda el tema de la pérdida y el desperdicio de alimentos, es
una alianza entre empresas y organizaciones de todo el mundo creada para reducir los aproximadamente
 1,3 millones de toneladas de alimentos que se pierden o desperdician al año. Para más información, datos
y cifras sobre el desperdicio y la pérdida de alimentos, visite: http://www.fao.org/save-food/en/


Galería de fotos "One Third" (un tercio) de Klaus Pilcher:

"One Third" describe mediante imágenes la conexión entre el despilfarro individual de comida y la producción globalizada de alimentos: http://www.kpic.at/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=45&Itemid=88

WRAP


WRAP es una organización sin fines de lucro financiada por los cuatro gobiernos del Reino Unido y la UE. Su objetivo es ayudar a que la gente recicle más y desperdicie menos. Para más información, visite: http://www.wrap.org.uk/

Feeding the 5,000
Feeding the 5,000 organiza eventos en los que se preparan 5.000 comidas con productos que de otro modo habrían sido desechados para repartirlas gratuitamente. Para más información, visite: http://www.feeding5k.org/