Confirman la capacidad de plantas de ajustar su demanda de agua con relación a la disponibilidad del agua.


Nuevos estudios indican que, hasta cierto punto, las plantas en la tierra árida o semi-árida, tales como estas plantas en la Pradera Jornada Experimental en Nuevo México, pueden aumentar su eficacia de utilización de agua durante los años más secos, y esta capacidad reduce sus necesidades de agua en los períodos secos.


Por Ann Perry
22 de enero de 2013
WASHINGTON, D.F.—Plantas pueden adaptarse a cambios extremos en la disponibilidad de agua, tales como la sequía y las inundaciones, pero su capacidad de tolerar estos patrones extremos pondrá a prueba por los cambios climáticos del futuro, según los resultados de un estudio por científicos delDepartamento de Agricultura de EE.UU.(USDA por sus siglas en inglés) y sus colaboradores.
Los resultados fueron publicados esta semana en la revista 'Nature' (Naturaleza) por un grupo de científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) dirigido por Guillermo Ponce Campos y Susan Moran y un grupo australiano dirigido por Alfredo Huete de la Universidad de Tecnología (UTS por sus siglas en inglés) en Sydney, Australia. Otros participantes en el estudio incluyeron nueve otros científicos del ARS, cuatro investigadores del Servicio Forestal de EE.UU., y colegas de laUniversidad de Arizona, la Universidad de California en Irvine, y UTS.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del USDA, y esta investigación apoya la prioridad del USDA de responder al cambio climático global.
"En EE.UU., nuestra productividad agrícola depende de los patrones a largo plazo de precipitaciones. Pero estos patrones están cambiando, y necesitamos información para ayudarnos a manejar los efectos de esos cambios", dijo Edward B. Knipling, administrador del ARS. "Estos hallazgos pueden ayudar a los gerentes de recursos a responder a los desafíos del cambio climático global con estrategias eficaces para mantener la productividad agrícola".
Los investigadores realizaron sus estudios utilizando medidas tomadas del 2000 al 2009 en 29 sitios en EE.UU., Puerto Rico y Australia. Estas medidas proveyeron datos sobre los patrones de precipitación en ambientes de los prados a los bosques. Mundialmente, la década de 2000-2009 era la más cálida en el período de 130 años del 1880 al 2009. El grupo comparó estos datos con medidas tomadas del 1975 al 1998 en 14 sitios en Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.
Para evaluar el uso de agua por el ecosistema, los científicos usaron observaciones provistas por satélite para calcular la productividad neta de las plantas en cada sitio. Luego combinaron estas calculaciones con datos de campo sobre las precipitaciones y estimaciones de las pérdidas de agua por las plantas para generar indicadores de la eficacia del uso del agua por las plantas.
Los investigadores observaron que la eficacia del uso de agua por el ecosistema aumentó en los años más secos y disminuyó en los años más húmedos. Esto sugiere que la demanda de agua por las plantas cambió en relación con la disponibilidad de agua y que las plantas tienen la capacidad de tolerar niveles bajos de agua y de responder a niveles altos de precipitaciones durante períodos de la sequía cálida.
Sin embargo, el grupo observó que los datos sobre la eficacia del uso de agua por las plantas sí tuvo una tendencia de rendimientos decrecientes. Esto sugiere que, con el tiempo, las comunidades de plantas se acercarán a un limite de eficacia del uso de agua que afectarán negativamente el uso de agua por las plantas y limitarán gravemente la producción por las plantas cuando hay una sequía prolongada.
Los científicos también usaron los datos para desarrollar predicciones sobre la futura respuesta de plantas al cambio climático. Sus resultados sugieren que la tolerancia del ecosistema disminuirá cuando las regiones sufren de la temperaturas más cálidas y los períodos secos. Los investigadores estiman que este bajón comenzará en los prados porque estas comunidades de plantas son especialmente sensibles a las condiciones cálidas y secas de las sequías prolongadas.
Los resultados de este estudio podrían ayudar a los gerentes de recursos a desarrollar estrategias de producción agrícola que incorporan cambios en la disponibilidad de agua con patrones cambiantes en las precipitaciones.
ARS realiza investigaciones para desarrollar y transferir soluciones para ayudar a resolver los problemas agrícolas que tienen un impacto en la vida diaria de los estadounidenses. Las investigaciones del ARS ayudan a asegurar la disponibilidad de alimento y otros productos agrícolas seguros y de alta calidad; evaluar las necesidades nutricionales de los estadounidenses; sostener una economía agrícola competitiva; aumentar la base de recursos naturales y el medio ambiente, y proveer oportunidades económicas para los ciudadanos y comunidades rurales y la sociedad en su totalidad.