Científicos del ARS están desarrollando métodos para controlar el chinche apestoso de color marrón mármol.

Combatiendo el peor insecto plaga invasor en EE.UU.

Por Dennis O'Brien
7 de enero 2013
Detectado por primera vez en EE.UU. hace una década, el chinche apestoso marrón marmolado (Halyomorpha halys, o BMSB por sus siglas en inglés) ahora infesta por lo menos 39 estados en EE.UU., causa muchos daños en hogares y jardines, y es una mayor amenaza económica a las frutas del huerto, las verduras del jardín, y los cultivos de campo. No es sorprendente que el Departamento de Agricultura de EE.UU.(USDA por sus siglas en inglés) considere este insecto como su principal "insecto invasor de interés".
Pero la ayuda está en camino: Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en el Laboratorio del Biocontrol y Comportamiento de Insectos Invasores mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland, están buscando maneras de controlar el chinche apestoso por medio de descifrar su genética, estudiar sus feromonas, y evaluar posibles cebos para utilización en trampas comerciales. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del USDA, y esta investigación apoya la prioridad del USDA de promover la seguridad alimentaria internacional.
Químico Ashot Khrimian en el laboratorio en Beltsville dirigió un grupo que identificó una "feromona de agregación" que podría servir como un cebo para atraer los chinches. Esta feromona, la cual es emitida por el macho del insecto cuando ellos se alimentan, atrae los machos, las hembras y las ninfas (la forma inmadura del chinche) a los sitios de alimentación. Cuando mezclada con otros compuestos químicos similares llamados estereoisómeros, la feromona es relativamente fácil de sintetizar.
Khrimian y Aijun Zhang, quien también es químico en Beltsville, están terminando la identificación de los estereoisómeros precisos emitidos por los chinches apestosos para atraer otros chinches. La mezcla y sus componentes también fueron evaluados por investigadores del ARS que pusieron trampas en diferentes sitios y con diferentes formulaciones, y luego contaron el número de chinches atraídos. Los datos que resultaron de estas pruebas de campo realizadas en el verano del 2012 se agregarán a una solicitud de patente sobre los atrayentes.
Dawn Gunderson-Rindal, quien es líder del laboratorio en Beltsville, también está buscando los genes que podrían aumentar la vulnerabilidad del chinche a los biopesticidas o tratamientos específicos que no dañan a los insectos beneficiosos. En otro estudio, ella está colaborando con científicos del Colegio Baylor de Medicina en Houston, Texas, para secuenciar el genoma del chinche apestoso. Esta secuenciación podría proveerles a los científicos información sobre los genes que tienen un papel imprescindible en la supervivencia del chinche y también podrían sugerir nuevos métodos de controlar el insecto plaga.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de enero del 2013.