Los hechos, y no las palabras, han demostrado con la facilidad que son introducidos al territorio de la República Dominicana, plagas,hongos,animales exóticos dañinos,enfermedades animal y vegetal con las que hay que estar luchando e invirtiendo cuantiosos recursos, desviados del apoyo al desarrollo productivo, y sin un régimen de consecuencias.
El daño a la producción vegetal y animal no entra solo, es introducido por la precaria vigilancia y el atraso tecnológico,el descuido y hasta posible genuflexión,en puertos,aeropuertos y el caos fronterizo en la línea divisoria con Haití.
Los ministerios de Medio Ambiente, Salud Pública, de Agricultura,Dirección General de Aduanas  con sus normativas,son junto a otras instituciones técnicas las responsables de cuidar de plagas y enfermedades el territorio, pero su intervención resulta demostrado en los hechos la debilidad institucional.
La roya del café, mosca del mediterráneo,tristeza de los cítricos,hongo del coco, de las yautías coco, y otras tantas plagas y enfermedades que afectan la pecuaria, han hecho distraer el uso de recursos para enfrentar el desafío, que bien pudimos ahorrarnos con un mayor control,inversión en tecnología, recursos humanos, y destinarlos al desarrollo.
Los recursos económicos, el daño a la producción, pérdida de mercados, luego adaptaciones sanitarias para recuperar los espacios de exportación perdidos, han quitado competitividad a la producción nacional y reducido el potencial de nuestras exportaciones.
Como somos un país que poco caso hacemos a las estadísticas, a los índices para conocer nuestras debilidades y fortalezas, nunca se sabrá lo que representa para nuestra economía tanto descuido y des-coordinación institucional.
La costumbre dominicana de no prevenir, sino de actuar sobre los impactos negativos, ha hecho mucho más daño a la producción nacional que los fenómenos naturales cíclicos. Los servicios de intervención que tiene el Ministerio de Agricultura, son débiles y descoordinados, y lo prueba los hechos, los resultados, y la necesidad de reorientarlos y fortalecerlos.



PEZ GATO


El pez "Gato" que fue introducido frente a la narices de los que deben vigilar y cuidar de plagas y animales dañinos, y hoy es un dolor de cabeza, puesto que ha reducido la población de determinada vida acuática como las "tilapias".
El pez "Gato", vino al país luego de adquirir una visa, comprar un boleto de avión y bajarse como pasajero en un aeropuerto o vino en un "crucero"?.
“El Pez Gato es tan peligroso que puede alimentarse con los peces nativos, endémicos y en vía de extinción, como la viajaca”,señala un informe del Ministerio de Medio Ambiente.El Pez Gato, Clarias batrachus, es reconocido por su voracidad. ¿Cómo llegó aquí?. Si hay un o unos responsables, dónde están, quienes fueron, qué haremos con ellos?. Nada, vivimos en el paraíso de la impunidad.

El propio Ministerio de Medio Ambiente, genuflexo,impotente,descoordinado, ha admitido que el pez "Gato" es una especie que fue introducida al país de manera ilegal por personas o empresas hasta la fecha desconocida, por lo que están evaluando hasta dónde alcanza su presencia.
Se ha encontrado en ríos, lagunas y otros acuíferos de la región Este y la provincia de Santo Domingo.
Este tipo de pez pertenece a los peces del orden Siluriformes, comúnmente llamados peces gato, siluros o bagres comprenden 33 familias, unos 400 géneros y más de 3093 especies, 1200 de las cuales viven en América, donde también se los llama nicuros.
Las tilapias, que durante un tiempo fue una fuente de alimento en dominicana, ha sido reducida su población, mucho antes de la llegada del pez gato, por el envenenamiento de los cuerpos de agua interna para su captura, el uso de métodos ilegales de pesca como la "bomba" y chinchorro.