Después de las bombas, el cólera Yemen es un país en guerra desde hace más de dos años: su población no tiene suficiente comida ni agua potable y el sistema de salud está colapsado. Ahora, el cólera ha llegado como una tragedia casi anunciada. En Médicos Sin Fronteras estamos haciendo frente a esta violenta epidemia que ya afecta a más de 151.000 personas, según cifras de la OMS.
Desde finales de marzo, hace casi tres meses, hemos tratado a 41.479 pacientes en 17 centros de tratamiento del cólera. Vista la rapidez con la que la epidemia se está extendiendo, hemos abierto nuevos centros y ampliado los ya existentes. El cólera tiene un tratamiento relativamente sencillo: suero y rehidratación oral. Sin embargo, si no se trata a tiempo, su tasa de letalidad es alta. Ahora mismo, la única posibilidad de sobrevivir es tener un acceso rápido a la atención médica. Además, en este tipo de epidemias, el tratamiento de los pacientes no es suficiente. Por ello, trabajamos para atajar la fuente de la infección proporcionando acceso a agua limpia, paquetes de desinfección y mediante sesiones de educación sanitaria y sensibilización a las poblaciones afectadas. Para detener la epidemia, que amenaza con volverse incontrolable, necesitamos con urgencia medicamentos, equipo y personal médico.
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