Hacia la total erradicación de una devastadora enfermedad del ganado
31 de marzo de 2015, Abiyán, Cote d'Ivoire - El mundo puede acabar definitivamente con una devastadora plaga para cabras y ovejas, liberando a cientos de millones de familias rurales de una de las principales amenazas para su seguridad alimentaria y sus medios de subsistencia.
La FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) presentan una estrategia para la erradicación total de la peste de los pequeños rumiantes (PPR) en 2030 en una conferencia internacional que comienza hoy en Abiyán, capital de Cote d'Ivoire, donde la enfermedad fue diagnosticada por vez primera en la década de 1940.
La PPR se ha expandido rápidamente en los últimos 15 años y está presente en alrededor de 70 países en el sur y el este de Asia, África y Próximo Oriente, y si no se controla, logrará probablemente introducirse en Europa (según doc de la FAO/OIE). Si los rebaños no son vacunados, puede matar hasta el 90 por ciento de los animales que infecta.
Hasta ahora, la peste bovina es la única enfermedad animal que se ha logrado erradicar. La FAO y la OIE lideraron la campaña y lograron que esta catastrófica plaga del ganado vacuno, causa de hambrunas y del colapso de imperios, se declarara definitivamente extinguida en 2011.
“Si el gran logro de erradicar la peste bovina puede ser replicado con otra de las principales enfermedades animales transfronterizas –como es la peste de los pequeños rumiantes-, el impacto positivo en los medios de subsistencia de los agricultores, la seguridad alimentaria de las comunidades, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Desafío Hambre Cero de la ONU, será sustancial”, aseguró el Subdirector General de la FAO para África Bukar Tijani, al inicio de la Conferencia internacional sobre el control y la erradicación de la peste de pequeños rumiantes, convocada por la FAO y la OIE (del 31 de marzo al 2 de abril).
“Para tener éxito en la campaña para controlar y erradicar la PPR, es de suma importancia contar con servicios veterinarios sólidos y bien dotados de recursos y vacunas que cumplan con las normas internacionales de la OIE”, señaló el Director General de la OIE, Bernard Vallat.
Virus con un impacto generalizado en el punto de mira
Las herramientas técnicas para lograr la erradicación ya están disponibles, según los expertos de sanidad animal de la FAO y la OIE. El virus de la PPR está estrechamente relacionado con la peste bovina, compartiendo características que lo convierten en un objetivo adecuado para una campaña de erradicación completa: existe una vacuna barata, segura y fiable, así como pruebas diagnósticas simples, mientras que el virus tiene una fase infecciosa relativamente corto y no sobrevive mucho tiempo fuera del huésped.
Existen poderosos motivos económicos para intentar la erradicación completa de la PPR. Los cerca de 2 100 millones de pequeños rumiantes en todo el mundo -el 80 por ciento de ellos en regiones afectadas- representan un activo importante para un tercio de los hogares rurales pobres de los países en desarrollo. Las cabras y las ovejas se adaptan fácilmente a ambientes hostiles, requieren una reducida inversión de capital fijo en establos, etc, suponen una fuente de proteínas y lácteos durante todo el año, así como de ingresos por la lana y el cuero, mejoran la fertilidad del suelo, y sirven de “banco móvil” . Como son a menudo las mujeres las que poseen y cuidan las ovejas y cabras, los animales tienen un papel importante en la búsqueda de una mayor equidad de género.
La enfermedad, que provoca fiebre alta, emaciación rápida y colapso respiratorio, genera pérdidas globales anuales de entre 1 450 y 2 100 millones de dólares EEUU, cifra que no incluye las pérdidas indirectas vinculadas a la limitación de los movimientos comerciales y del ganado provocados por los brotes.
La FAO y la OIE señalan también que la campaña reforzará los sistemas veterinarios, tanto a nivel local como nacional, ya que su papel es esencial para el éxito de la misma.
Sin un esfuerzo concertado hacia la erradicación, el precio mundial de campañas de vacunación contra la PPR orientadas en forma inadecuada podría oscilar entre 4 000 y 5 500 millones de dólares EEUU durante los próximos 15 años. Con esta perspectiva, la FAO y la OIE creen que si se dirigen y coordinan adecuadamente, estos esfuerzos pueden enfocarse hacia eliminar de una vez por todas el flagelo de la PPR, evitando los costes actuales asociados a combatir los nuevos brotes e incursiones de la enfermedad.
Necesario el compromiso político
El éxito de la campaña requiere compromiso político para la provisión de recursos financieros y humanos, incluidos planes de divulgación eficaces para distribuir vacunas y asegurarse la colaboración tanto de la población vulnerable de las zonas rurales, como de los investigadores y las compañías farmacéuticas.
A la conferencia de Abiyán asisten participantes de unos 70 países, junto con representantes de los organismos donantes, la comunidad científica, el sector privado y la sociedad civil.
La FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) presentan una estrategia para la erradicación total de la peste de los pequeños rumiantes (PPR) en 2030 en una conferencia internacional que comienza hoy en Abiyán, capital de Cote d'Ivoire, donde la enfermedad fue diagnosticada por vez primera en la década de 1940.
La PPR se ha expandido rápidamente en los últimos 15 años y está presente en alrededor de 70 países en el sur y el este de Asia, África y Próximo Oriente, y si no se controla, logrará probablemente introducirse en Europa (según doc de la FAO/OIE). Si los rebaños no son vacunados, puede matar hasta el 90 por ciento de los animales que infecta.
Hasta ahora, la peste bovina es la única enfermedad animal que se ha logrado erradicar. La FAO y la OIE lideraron la campaña y lograron que esta catastrófica plaga del ganado vacuno, causa de hambrunas y del colapso de imperios, se declarara definitivamente extinguida en 2011.
“Si el gran logro de erradicar la peste bovina puede ser replicado con otra de las principales enfermedades animales transfronterizas –como es la peste de los pequeños rumiantes-, el impacto positivo en los medios de subsistencia de los agricultores, la seguridad alimentaria de las comunidades, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Desafío Hambre Cero de la ONU, será sustancial”, aseguró el Subdirector General de la FAO para África Bukar Tijani, al inicio de la Conferencia internacional sobre el control y la erradicación de la peste de pequeños rumiantes, convocada por la FAO y la OIE (del 31 de marzo al 2 de abril).
“Para tener éxito en la campaña para controlar y erradicar la PPR, es de suma importancia contar con servicios veterinarios sólidos y bien dotados de recursos y vacunas que cumplan con las normas internacionales de la OIE”, señaló el Director General de la OIE, Bernard Vallat.
Virus con un impacto generalizado en el punto de mira
Las herramientas técnicas para lograr la erradicación ya están disponibles, según los expertos de sanidad animal de la FAO y la OIE. El virus de la PPR está estrechamente relacionado con la peste bovina, compartiendo características que lo convierten en un objetivo adecuado para una campaña de erradicación completa: existe una vacuna barata, segura y fiable, así como pruebas diagnósticas simples, mientras que el virus tiene una fase infecciosa relativamente corto y no sobrevive mucho tiempo fuera del huésped.
Existen poderosos motivos económicos para intentar la erradicación completa de la PPR. Los cerca de 2 100 millones de pequeños rumiantes en todo el mundo -el 80 por ciento de ellos en regiones afectadas- representan un activo importante para un tercio de los hogares rurales pobres de los países en desarrollo. Las cabras y las ovejas se adaptan fácilmente a ambientes hostiles, requieren una reducida inversión de capital fijo en establos, etc, suponen una fuente de proteínas y lácteos durante todo el año, así como de ingresos por la lana y el cuero, mejoran la fertilidad del suelo, y sirven de “banco móvil” . Como son a menudo las mujeres las que poseen y cuidan las ovejas y cabras, los animales tienen un papel importante en la búsqueda de una mayor equidad de género.
La enfermedad, que provoca fiebre alta, emaciación rápida y colapso respiratorio, genera pérdidas globales anuales de entre 1 450 y 2 100 millones de dólares EEUU, cifra que no incluye las pérdidas indirectas vinculadas a la limitación de los movimientos comerciales y del ganado provocados por los brotes.
La FAO y la OIE señalan también que la campaña reforzará los sistemas veterinarios, tanto a nivel local como nacional, ya que su papel es esencial para el éxito de la misma.
Sin un esfuerzo concertado hacia la erradicación, el precio mundial de campañas de vacunación contra la PPR orientadas en forma inadecuada podría oscilar entre 4 000 y 5 500 millones de dólares EEUU durante los próximos 15 años. Con esta perspectiva, la FAO y la OIE creen que si se dirigen y coordinan adecuadamente, estos esfuerzos pueden enfocarse hacia eliminar de una vez por todas el flagelo de la PPR, evitando los costes actuales asociados a combatir los nuevos brotes e incursiones de la enfermedad.
Necesario el compromiso político
El éxito de la campaña requiere compromiso político para la provisión de recursos financieros y humanos, incluidos planes de divulgación eficaces para distribuir vacunas y asegurarse la colaboración tanto de la población vulnerable de las zonas rurales, como de los investigadores y las compañías farmacéuticas.
A la conferencia de Abiyán asisten participantes de unos 70 países, junto con representantes de los organismos donantes, la comunidad científica, el sector privado y la sociedad civil.
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