Normas más estrictas sobre el plomo en los preparados para lactantes y el arsénico en el arroz
El Comité del Codex Alimentarius de la FAO y la OMS refuerza los requisitos de inocuidad alimentaria
17 de julio de 2014, Ginebra – La Comisión del Codex Alimentarius, el organismo de la ONU encargado de las normas alimentarias, aprobó esta semana nuevas medidas para proteger la salud de los consumidores en todo el mundo, entre ellas los niveles máximos aceptables de plomo en los preparados para lactantes y de arsénico en el arroz.
Operada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión del Codex Alimentarius establece normas internacionales de seguridad e inocuidad de los alimentos para promover alimentos más seguros y nutritivos para los consumidores en todo el mundo. Las normas del Codex sirven en muchos casos como base para la legislación nacional, y proporcionan los parámetros de inocuidad alimentaria para el comercio internacional de alimentos.
Operada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión del Codex Alimentarius establece normas internacionales de seguridad e inocuidad de los alimentos para promover alimentos más seguros y nutritivos para los consumidores en todo el mundo. Las normas del Codex sirven en muchos casos como base para la legislación nacional, y proporcionan los parámetros de inocuidad alimentaria para el comercio internacional de alimentos.
La reunión anual esta semana contó con la participación de representantes de 170 países y la Unión Europea, así como 30 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales internacionales.
Plomo en los preparados para lactantes
La Comisión del Codex Alimentarius adoptó una recomendación de no permitir más de 0,01 mg de plomo por kg en los preparados para lactantes cuando se consumen.
Los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos del plomo. Pueden padecer efectos adversos para la salud profundos y permanentes, que afecten especialmente al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, lo que puede disminuir su capacidad de aprender.
El plomo existe en el ambiente y pequeñas cantidades pueden terminar en los ingredientes que se utilizan en la producción de preparados para lactantes.
Los niveles de plomo en los preparados para lactantes pueden ser controlados obteniendo las materias primas de zonas donde el plomo está menos presente.
Arsénico en el arroz
Por primera vez, el Codex ha adoptado un nivel máximo para el arsénico en el arroz de 0,2 mg/kg.
La exposición prolongada al arsénico puede causar cáncer y lesiones de piel. También se ha asociado con efectos negativos sobre el desarrollo, enfermedades del corazón, diabetes, y daños en el sistema nervioso y el cerebro.
El arsénico está presente en niveles elevados de forma natural en el agua subterránea y en el suelo en algunas partes del mundo. Este elemento tóxico puede entrar en la cadena alimentaria cuando es absorbido por los cultivos.
El arroz en particular puede acumular más arsénico que otros cultivos, y debido a que es el alimento básico para millones de personas, puede contribuir significativamente a la exposición a este elemento, que es perjudicial para la salud humana.
La contaminación por arsénico en el arroz es especialmente preocupante en algunos países asiáticos, donde los arrozales se riegan con aguas subterráneas que contienen sedimentos ricos en arsénico bombeadas desde pozos entubados poco profundos. Mejorar las prácticas agrícolas y de riego puede ayudar a reducir la contaminación por arsénico, por ejemplo cultivando en bancales elevados en lugar de campos inundados.
La Comisión del Codex Alimentarius acordó también desarrollar un nuevo código de prácticas que ayudará a los países a cumplir con el nivel máximo establecido y proporcionará a los productores con técnicas agrícolas y de elaboración adecuadas para prevenir y reducir la contaminación.
Medicamentos veterinarios
La Comisión recomendó que el uso de ciertos medicamentos veterinarios debe restringirse en los animales destinados a la producción de alimentos con el fin de evitar que las cantidades residuales de estos medicamentos puedan permanecer en la carne, leche, huevos o miel.
Los ocho medicamentos (cloranfenicol, verde malaquita, carbadox, furazolidona, Nitrofural, clorpromazina, estilbenos y olaquinadox), incluyen antibióticos y promotores del crecimiento, lo que puede tener efectos potencialmente adversos en la salud humana y pueden contribuir al desarrollo de resistencia a los medicamentos.
Otras medidas
Los países también acordaron los niveles máximos de residuos de plaguicidas y aditivos en los alimentos, así como los niveles máximos de contaminantes, incluyendo las toxinas llamadas fumonisinas, producidas por un moho que crece en el maíz. Otras medidas incluyen nuevas normas de inocuidad y calidad para los alimentos como peine (vieira) crudo, fruta de la pasión, durian y okra.
El trabajo futuro
Los países reunidos abordaron una gran variedad de temas a desarrollar en el futuro, incluyendo el establecimiento de normas para la pimienta negra, blanca y verde, comino, orégano, tomillo y ajo, y de niveles máximos para el cadmio en el chocolate y los productos derivados del cacao.
La Comisión examinó también la necesidad de una norma del Codex para los alimentos listos para el consumo de niños desnutridos, a propuesta de UNICEF, para garantizar la inocuidad y calidad de estos alimentos. La Comisión decidió dar seguimiento a este debate en su Comité sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes Especiales.
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