Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
"En el último cuarto de siglo, ha aumentado la propensión a la sequía en
el mundo y se prevé que, como consecuencia del cambio climático, las
sequías afectarán a más zonas y serán más intensas y frecuentes", dice
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
Bajo el lema de "No dejemos que se seque nuestro futuro", este año, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
está dedicado a poner de relieve los riesgos mundiales que entrañan la
sequía y la escasez de agua. Los costos sociales, políticos y económicos
de la sequía son evidentes de Uzbekistán al Brasil, del Sahel a
Australia. En mayo, Namibia declaró el estado de emergencia nacional a
causa de la sequía y el 14% de su población sufría inseguridad
alimentaria. En 2012, los Estados Unidos de América padecieron su peor
sequía desde los años cincuenta, que afectó al 80% de las tierras de
cultivo. En 2011, la sequía en el Cuerno de África -la peor desde
principios de los años noventa- afectó a casi 13 millones de personas.
En
el último cuarto de siglo, ha aumentado la propensión a la sequía en el
mundo y se prevé que, como consecuencia del cambio climático, las
sequías afectarán a más zonas y serán más intensas y frecuentes. Los
efectos a largo plazo de la sequía prolongada en los ecosistemas son
profundos y aceleran la degradación del suelo y la desertificación, lo
que, entre otras consecuencias, conlleva el empobrecimiento y el riesgo
de que se produzcan conflictos locales por el control de los recursos
hídricos y las tierras productivas.
Es
difícil evitar la sequía, pero sí se puede mitigar sus efectos. Dado
que la sequía rara vez respeta las fronteras nacionales, exige una
respuesta colectiva. El precio de estar preparados es mínimo en
comparación con el costo del socorro de emergencia. Así pues, en vez de
concentrarnos en gestionar las crisis, demos prioridad a prepararnos
para las sequías y aumentar la resiliencia poniendo en práctica
plenamente los resultados de la Reunión de Alto Nivel sobre las
Políticas Nacionales de Respuesta a la Sequía celebrada en Ginebra el
pasado mes de marzo.
En
este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, insto a
la comunidad internacional a que responda al llamamiento que se hizo el
año pasado en la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) de
evitar y revertir la degradación del suelo. Si conservamos las tierras
áridas, podremos proteger los recursos hídricos esenciales, promover la
seguridad nutricional y alimentaria y reducir la extrema pobreza.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas
Secretario General
Naciones Unidas
Fuentehttp://www.eclac.org:
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