La agricultura y las TIC son consideradas sectores de alto riesgo por las entidades financieras, lo que frena el desarrollo de tecnologías que impulsen el agro de América Latina y el Caribe, de acuerdo con un seminario efectuado en el IICA.
San José, Costa Rica, 19 de abril, 2013 (IICA). Las tecnologías de información y comunicación (TIC) que utilizan las instituciones públicas del sector agrícola en América Latina y el Caribe están al servicio de la administración central, generalmente, y ofrecen pocos productos y servicios a los usuarios finales, un esquema que debe cambiar para lograr un mayor impacto de las TIC en el desarrollo de la agricultura y los territorios rurales de la región.
A esa conclusión llegó el seminario Las tecnologías digitales para la competitividad, la inclusión social y el desarrollo sostenible en la agricultura costarricense, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (CAMTIC) de Costa Rica y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de este país.
Al estar al servicio de la administración, más que de los usuarios finales (como productores y organizaciones agrícolas), los funcionarios de las instituciones públicas pueden considerar que están incorporando las TIC a sus procesos, aunque esta percepción no la compartan los clientes.
“Para acelerar el impacto de las TIC en estas instituciones, es indispensable incluir a las entidades que tienen mayor contacto con el usuario final. Además, debemos aumentar la alfabetización digital, fomentar la creación de mercados de desarrolladores de TIC y aprender de experiencias y buenas prácticas de otros territorios”, dijo Hugo Chavarría, especialista del Centro de Análisis Estratégico para la Agricultura (CAESPA), del IICA.
“Invertir en capacitación tecnológica también contribuirá a cerrar la brecha rural y de género que existe en la agricultura de nuestro países”, manifestó Marta Villegas, Directora de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agrícola (SEPSA), del MAG.
Otto Rivera, director ejecutivo de CAMTIC, consideró que el desarrollo de las TIC tiene que surgir a partir de las prioridades del sector agrícola. “Las tecnologías digitales son una herramienta más”, aseguró.
En el seminario, llevado a cabo en la sede central del Instituto, participaron autoridades agrícolas costarricenses y representantes de empresas de este sector y del campo tecnológico. La actividad sirvió para discutir cómo las TIC pueden impulsar la productividad de la agricultura, la inclusión de los territorios rurales en el desarrollo nacional y el uso sostenible de los recursos naturales.
Además, se expuso la situación actual de acceso y utilización de estas tecnologías en las instituciones públicas para la agricultura de Costa Rica. “Se cuenta con experiencias que ya han demostrado impactos positivos y significativos, por ejemplo, se desarrolló un sistema de rastreabilidad bovina que ha permitido atacar problemas como las enfermedades animales, la matanza ilegal y el robo de ganado, entre otros”, expresó Chavarría.
Otras experiencias en el sector público son el uso de mensajería celular para el envío de precios agrícolas (Agromensajes) y un sistema del Servicio Fitosanitario del Estado que disminuyó los tiempos y costos para el registro y la inscripción de agroquímicos y equipos para su aplicación.
Los representantes del sector privado, provenientes de actividades de producción lechera, piñera y de hortalizas, y de la comercialización de flores, explicaron cómo a través de las TIC obtuvieron beneficios en la productividad, la rastreabilidad, la rentabilidad, la incorporación de tecnologías a sus procesos y el contacto con el cliente final.
Tareas pendientes
Los participantes del seminario identificaron retos para impulsar el aprovechamiento de las TIC en la agricultura costarricense y el resto de América Latina y el Caribe. “La agricultura y las TIC son considerados sectores de alto riesgo no solo por las entidades financieras sino también por los tomadores de decisión, lo que reduce las posibilidades de conseguir recursos para el desarrollo de tecnologías enfocadas en el agro”, afirmó el especialista de IICA. 
“Ante esto, es indispensable generar políticas de Estado para aumentar el acceso a las telecomunicaciones en las zonas agrícolas y para fomentar el desarrollo de soluciones TIC a los  problemas locales del agricultor”, agregó.
Esas políticas deben promover esfuerzos en conectividad para los territorios rurales (asegurar el acceso a las telecomunicaciones), en capacitación a los usuarios (uso de las tecnologías y alfabetización digital) y en gestión de contenidos y del conocimiento.
De acuerdo con Adrián Rodríguez, jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de CEPAL, llevar las TIC a la agenda política requiere el diálogo de los Ministerios de los sectores agrícola y tecnológico, y entre estos y el sector privado.