Ganado ovino alimentándose en los residuos de cultivos. Enlace a la información en inglés sobre la foto
Investigaciones por científicos del ARS han demostrado que alimentar el ganado ovino en los campos en barbecho, el cual ahora es una práctica no usada ampliamente en los estados de Montana, Dakota del Norte y Dakota del Sur, generalmente no tiene ningunos efectos negativos en el suelo y en los rendimientos subsiguientes de los cultivos.

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Por Dennis O'Brien
14 de marzo de 2013 Un científico del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) está proveyendo consejos a los agricultores en Montana, Dakota del Sur y Dakota del Norte sobre cómo el apacentamiento del ganado ovino en los campos en barbecho puede afectar el calidad del suelo.
Había mucho apacentamiento del ganado ovino y otros animales en esa región antes de la introducción de los fertilizantes comerciales en los años cincuenta. Aunque los fertilizantes aumentaron los rendimientos de cultivos, el uso de estos fertilizantes también ha aumentado el escurrimiento y la lixiviación de nitrógeno, ha aumentado la acidez del suelo, y ha contribuido a las emisiones de los gases del efecto invernadero, según Upendra Sainju, quien es científico del suelo con el ARS en Sidney, Montana. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés).
Pero hoy en día, los agricultores otra vez están alimentando al ganado ovino en los campos en barbecho. Este cambio en Montana y en Dakota del Norte instó a Sainju y sus colegas en ARS a estudiar los efectos del apacentamiento en la calidad de los cultivos, la química del suelo, y las cantidades de nutrientes en el suelo. Cada uno de estos tres factores puede tener efectos a largo plazo en los rendimientos de cultivos.
Sainju y sus colegas usaron tres sistemas de cultivación (la producción continua del trigo de primavera; una rotación del trigo de primavera y los campos en barbecho; y una rotación del trigo de invierno y los campos en barbecho) en la parte sudoeste de Montana. Ellos compararon la calidad del suelo en una serie de parcelas con el apacentamiento del ganado bovino, o el uso de herbicidas, o la labranza del suelo para controlar las malas hierbas durante el período cuando los campos fueron en barbecho.
Durante un período de cuatro años, la densidad de carga de ganado varió hasta 153 ovinos por hectárea, el herbicida glifosato fue aplicado en las tasas estándares, y los suelos fueron labrados a una profundidad estándar de 15 centímetros. Los investigadores analizaron muestras de suelo tomadas de varias profundidades para determinar su contenido de materia orgánica, nutrientes, pH y conductividad eléctrica, la cual afecta la disponibilidad de los nutrientes y el crecimiento de las plantas.
Los resultados demostraron que la labranza sí devolvió más de los residuos beneficiosos del trigo al suelo comparado con el apacentamiento o los tratamientos con el herbicida. Por consiguiente, la labranza llevó a niveles más altos de calcio, azufre y conductividad eléctrica en el suelo.
Pero por lo general, el apacentamiento no tuvo ningún efecto negativo en la materia orgánica en el suelo o en los rendimientos de los cultivos. Los animales devolvieron al suelo, en forma de su estiércol y orina, una porción del fósforo y el potasio consumido en los residuos del trigo. El apacentamiento también aumentó los niveles de magnesio y sodio en el suelo, posiblemente porque el estiércol y la orina contuvieron niveles altos de estos minerales.
Los resultados de este estudio fueron publicados en 'Agronomy Journal' (Revista de Agronomía) y 'Soil Science Society of America Journal' (Revista de la Sociedad Americana de la Ciencia del Suelo).
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de marzo del 2013.