La sostenibilidad depende de la forma en que los alimentos se producen y consumen

José Graciano Da Silva
Pollenzo/Bra, 25 de marzo de 2013 - Los pequeños productores, los circuitos de producción y consumo a nivel local y la recuperación de cultivos tradicionales desempeñan un papel importante en la reducción del hambre, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, ante profesores y estudiantes de la Universidad de Ciencias Gastronómicas, destacando también las múltiples posibilidades de cooperación entre la FAO y la universidad para alcanzar el objetivo de un mundo sin hambre y sostenible.

Graziano da Silva señaló que la Revolución Verde de la década de 1960 había aumentado la disponibilidad per cápita de alimentos en más del 40 por ciento, pero a costa de una pérdida de la diversidad alimentaria al centrarse en unos pocos cultivos y con un grave impacto sobre el medio ambiente derivado del uso intensivo de productos químicos.Pero ahora existe una tendencia hacia el cultivo y la comercialización de alimentos tradicionales, hacia la mejora de la infraestructura y los mercados locales y a ayudar a los pequeños productores, todo lo cual es positivo para el medio ambiente y la economía de las zonas rurales, donde el hambre tiene mayor incidencia, explicó.

"Los cultivos infrautilizados ... pueden tener un impacto positivo en la seguridad alimentaria", dijo. "La recuperación de estos cultivos es una via hacia la seguridad alimentaria. También significa redescubrir sabores perdidos e identificar otros nuevos. Eso es algo que les une a todos con los agricultores pobres del mundo ", indicó el Director General a su audiencia.

Graziano da Silva mencionó la yuca en África y Sudamérica y la quinua en los Andes como cultivos alimentarios que están obteniendo el éxito que se merecen, en beneficio de los agricultores pobres y sus familias. Animó a su audiencia a ayudar a difundir la celebración del Año Internacional de la Quinua, que tiene lugar en 2013.

La Universidad de Ciencias Gastronómicas y Slow Food

La Universidad de Ciencias Gastronómicas fue fundada en 2004 por el movimiento Slow Food, liderado por Carlo Petrini, que hoy se encontraba entre el público. Slow Food trabaja con la FAO en un proyecto para confeccionar el mapa de la biodiversidad alimentaria en cuatro países africanos: Guinea Bissau, Malí, Senegal y Sierra Leona. El proyecto ha permitido a los agricultores llevar los alimentos tradicionales a los mercados de los países desarrollados a través de un evento de carácter anual.

"Este vínculo con los mercados completa un circuito lleno de ventajas: recuperar los cultivos tradicionales, apoyar la producción local y vincularla a los mercados, lo que permite un aumento en los ingresos", dijo Graziano da Silva.

"El interés que ustedes demuestran en el redescubrimiento de los diferentes alimentos es una forma de reconocer el valor cultural de los alimentos, un valor que se olvida a menudo en el mundo globalizado y acelerado de hoy", concluyó el Director General de la FAO.