En
un foro del IICA, la Secretaria Ejecutiva de la Convención sobre Cambio Climático
de la ONU, Christiana Figueres, solicitó apoyo a los países latinoamericanos para
consensuar una posición que sirva de base a las conversaciones mundiales sobre
cambio climático y agricultura.
San José, Costa Rica, 21 de marzo, 2013 (IICA).
La construcción de un acuerdo político entre países industrializados y en
desarrollo, que comprenda que la agricultura de cada nación tiene diferentes
posibilidades para reducir sus emisiones de gases, es el principal reto que
enfrenta este sector productivo para tener un papel destacado en las
negociaciones mundiales sobre cambio climático.
Durante un foro técnico organizado por el
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la
Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC), Christiana Figueres, recordó que ya se alcanzó un acuerdo
para incluir la agricultura en el proceso de negociación, pero aún debe
cruzarse el umbral político que permitiría a los países establecer un programa
de trabajo para reducir emisiones y tomar acciones de adaptación.
“Los países en desarrollo no pueden en
este momento asumir obligaciones de reducción de emisiones, sobre todo en
agricultura, pero sí se podrían ver oportunidades de cómo incentivarlos y cuál
sería la participación diferenciada de los industrializados, para que promuevan
una agricultura sostenible dentro de sus fronteras”, dijo Figueres, que
participó en el foro mediante un video, el cual puede observarse en el canal del IICA en YouTube.
“Los invito, y los reto, a buscar una
apertura política a este umbral, de manera que sea América Latina la región que
ponga una solución sobre la mesa”, agregó la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC.
Las negociaciones para llegar a un acuerdo en este tema comenzarán en junio.
En el encuentro en la sede central del
IICA, y que fue transmitido vía web, la Viceministra de
Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Tania López, mostró los avances de los siete casos ejemplares
de mitigación y adaptación de la agricultura al cambio climático que el país
expuso en la más reciente Conferencia de las Partes de la CMNUCC
(COP18), efectuada en Catar en 2012.
Varios de estos ejemplos provienen del
área empresarial. “La participación del sector privado es muy importante para
encontrar soluciones ante el cambio climático. Con un marco institucional
claro, las empresas pueden reaccionar mejor”, consideró la Viceministra.
López y Figueres agradecieron al IICA, y a
otras organizaciones de cooperación, la asistencia técnica que brindan a los
países para participar activamente en las negociaciones sobre cambio climático,
sobre todo para identificar oportunidades de acción desde la agricultura.
“América Latina y el Caribe tienen mucho
que aportar en estas negociaciones, pues varias naciones ya respaldan a su sector
agrícola en la reducción de emisiones y la adaptación al cambio climático. Tener
injerencia en este proceso global es una oportunidad para compartir desafíos,
soluciones y experiencias exitosas de nuestra región con el resto del mundo”, dijo
el gerente del Programa de Agricultura, Recursos Naturales y Cambio Climático
del IICA, David Williams.
Esfuerzos concretos
Como parte del apoyo que el IICA brinda a
las naciones del hemisferio para que la agricultura enfrente mejor el cambio
climático, el Instituto desarrolló una plataforma
tecnológica que reunirá información actualizada sobre
este tema, con la que se procurará fortalecer las capacidades técnicas de los
tomadores de decisión.
La plataforma se presentó en el foro
técnico. Además de las acciones tomadas en Costa Rica,
en la actividad también se informó sobre algunas iniciativas para la mitigación
y la adaptación llevadas a cabo en Uruguay y México.
En el primer país, existe
un plan de respuesta que pretende reducir la vulnerabilidad ante el cambio y la
variabilidad climática de las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas,
especialmente las ubicadas en las partes del territorio más sensibles a la
sequía, de acuerdo con Magdalena Preve, de la Unidad de Cambio Climático del
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay.
En México, se desarrolló
un atlas de vulnerabilidad hídrica para determinar cuáles zonas del país y
cuáles tipos de productores requieren mayor respaldo para utilizar el agua con
más eficiencia en las labores agrícolas.
En esta nación, la
agricultura de riego aporta casi el 60% del valor de la producción agrícola
total, aunque menos de una tercera parte de la superficie sembrada del país se
clasifica en esta modalidad, explicó Waldo Ojeda, del Instituto Mexicano de
Tecnología del Agua (IMTA).
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