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Contribución
de fecha: 18 de Febrero 2013
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Esa debería ser la máxima en todo este proceso de
“acuerdo transaccional” sobre el destino de terrenos del Parque Nacional
Jaragua. Algunas recomendaciones para las autoridades serían:
1) Entregar a la ciudadanía mapas precisos del
parcelario en cuestión. Hoy en día, cualquier persona puede colocar los límites
de su parcela en un mapa usando los diferentes servicios en línea que hay para
ello; no se justifica que no dispongamos de esta fuente. El secretismo provoca
más especulación, y envuelve todo en una atmósfera todavía más cargada.
2) Publicar todas las negociaciones, actos jurídicos,
cartas, actas de reuniones y cualquier documento que nos permita entender mejor
todo este entramado.
Insistimos nuevamente que nos oponemos a este intento
de desmembrar el Parque Nacional Jaragua, aun cuando se excluya a la bahía de
las Águilas del “acuerdo transaccional”. No hay otro ecosistema similar al PNJ
en todo el Caribe, ni tampoco lo hay en el país con tal grado de conservación.
Insistimos en que el bajo nivel desarrollo de
Pedernales no es atribuible al Parque Nacional Jaragua. Las áreas protegidas no
generan pobreza, más bien al contrario, contribuyen a salir de ella. Las áreas
protegidas no toman decisiones sobre distribución de las riquezas, ni cuándo o
dónde se deben promover empleos; las áreas protegidas tampoco bloquean la
actividad económica. De todas estas tareas se encargan los políticos, así que,
habrá que pedirles cuentas a ellos, no al Parque. Y también debemos entender
que las áreas protegidas sí proveen de unos bienes y servicios que ya quisieran
disfrutar otras regiones del país.
Aprovechamos también para recordar algunas cuestiones:
1) Las playas dominicanas no tenían “cocos” hace 500
años. Esta planta fue introducida desde el el Océano Pacífico luego de la
colonización. Aunque nos parezca muy habitual, y no se conciba hoy una playa
caribeña sin ella, se trata de una planta introducida. Las playas del Parque
Nacional Jaragu son las únicas playas que nos quedan como muestras territorial
y ecológicamente representativas de los ambientes prístinos, sin cocos y con su
vegetación propia. Ese atractivo es un valor de este litoral, y podría
perfectamente convertirse un reclamo explotable de manera sostenible.
Playa prístina del litoral de Pedernales, con su
vegetación natrural. Foto: J. Martínez, 2003
2) Durante la elaboración del Plan de Ordenación de
los Recursos Naturales de la Provincia Pedernales (ONAPLAN-AECI, 2003), se
realizó un estudio del cambio en la cobertura del suelo entre los años desde la
década de los 70 hasta el 1999. Para ello, se han utilizado imágenes de
satélite de resolución espacial media de la colección de satélites Landsat.
Todas fueron clasificadas hasta nivel de “coberturas” y se produjeron mapas de
cada año. Posteriormente, con una aplicación para generar animaciones, se
fundieron las clasificaciones de cada año y se obtuvo el resultado mostrado a
continuación, en el que se observa cómo las cubiertas herbáceas avanzan sobre
las boscosas, concretamente sobre la sierra de Bahoruco y el borde oriental del
PNJ:.
Imagen animada de los cambios de cobertura entre 1973
y 1999 en la provincia pedernales (ONAPLAN-AECID, 2004). La mancha verde oscuro
agrupa a diversos tipos bosques. Las rosadas, que avanzan sobre los bosques,
especialmente en el borde Norte de la provincia (sierra de Bahoruco),
corresponden a las áreas que fueron transformadas a coberturas herbáceas
(generalmente cultivos y pastizales). Las manchas rojas intensas son incendios
forestales. Nótese cómo el Parque Nacional Jaragua se mantiene intacto en dicho
periodo. ¿Acaso queremos que le pase a Jaragua lo mismo que le ocurrió a
Bahoruco?
3) Geomorfológicamente, una parte importante del
Parque Nacional Jaragua está constituida por karst de plataforma. Un karst es
un tipo de relieve modelado generalmente sobre rocas calizas (compuestas
principalmente de carbonato de calcio), con una hidrología peculiar (puede no
haber escorrentía superficial y, cuando la hay, presenta un patrón diferente a
la observada en otros tipos de roca), y con unas formas muy abruptas en unos
casos (Los Haitises), o con plataformas en otros (Jaragua). El mecanismo principal
para el desarrollo de este relieve es la alta solubilidad de la caliza ante
soluciones ácidas, así como la porosidad secundaria (no la de la roca
propiamente) provocada por el alto grado de fracturación. El karst de
plataforma en República Dominicana, además de encontrarse en Jaragua, está
también presente en la denominada llanura costera del Caribe. Sin embargo,
el de Jaragua es el único que se
mantenido en buen estado de conservación, con su vegetación propia. Además,
como singularidad, el karst de Jaragua tiene una estrecha relación evolutiva con la
geodinámica del Caribe que, según sabemos, le permitió mantenerse separado del
resto de la Española durante varios millones de años, induciendo así un alto
endemismo de flora y fauna.
Aplanamiento en el karst de Jaragua. Este tipo de
formas son propias del karst de plataformas, en los que, por razones climáticas
y por el dispositivo estructural de las rocas, no se desarrollan relieves tan
abruptos como, por ejemplo, el de Los Haitises (Foto: J. Martínez, 2013)
Matorral xerófilo sobre lapiaz (“múcara” o “diente de
perro” en la terminología local), ecosistema predominante del Parque Nacional
Jaragua (sobre todo en su borde occidental). Este tipo de micromodelado,
desarrollado sobre calizas Miocenas, es propio de los sistemas kársticos de
plataforma. Se ha evidenciado la altísima fragilidad de estos ambientes,
atribuible a su escasa capacidad de regeneración por la escasez de nutrientes y
agua higroscópica. ¿Y aquí iban a sembrar los parceleros? Más explicación en el
texto (Foto: J. Martínez, 2003)
4) También durante la elaboración del PORN-Pedernales,
se aplicó una encuesta a una muestra de 250 personas de distintas comunidades.
Un 98% de los encuestados respondió que le gustaría que en la provincia se desarrollase
un turismo respetuoso con la naturaleza. Es evidente que la gente no está a
favor de prácticas insostenibles.
Para cerrar, volvemos al comienzo: TRANSPARENTAR, para
que los interesados por el área protegida veamos toda la documentación
disponible y podamos formular mejor nuestros argumentos.
Evitaremos igualmente que el Parque Nacional Jaragua
se transforme en un polo turístico insostenible, como muchos de los que tenemos
actualmente en el país.
(Nota: si desea recibir notificaciones por correo electrónico
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Dr. José
Ramón Martínez Batlle (Ph.D)
Profesor
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)
Puede
visitar esta entrada en la siguiente dirección
http://www.geografiafisica.
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