Existe el riesgo de un rebrote de la gripe aviar si se baja la guardia
29 de enero de 2013, Roma - El mundo corre el riesgo de que se repitan los desastrosos brotes de gripe aviar de 2006 a menos que la vigilancia y el control de ésta y otras peligrosas enfermedades animales se refuerze a nivel mundial, según ha advertido la FAO.
"La prolongada crisis económica internacional significa que hay menos dinero disponible para la prevención de la gripe aviar H5N1 y otras amenazas de origen animal. Esto no sólo es realidad para las organizaciones internacionales, sino también para los propios países ", aseguró el Jefe veterinario de la FAO, Juan Lubroth. "Aunque todo el mundo sabe que es mejor prevenir que curar -dijo-, estoy preocupado porque en la actual coyuntura los gobiernos no son capaces de mantener la guardia."
La existencia aún de importantes resevorios del virus H5N1en algunos países de Asia y Oriente Medio, en los que la enfermedad se ha vuelto endémica, hace necesaria una vigilancia permanente. Sin los controles adecuados, podría fácilmente propagarse a nivel mundial como lo hizo en su momento álgido en 2006, cuando 63 países se vieron afectados.
Invertir es rentable
Invertir más en prevención es rentable a nivel económico dado el enorme coste que supone una pandemia a gran escala. Entre 2003 y 2011, la enfermedad causó la muerte u obligó a sacrificar más de 400 millones de pollos y patos domésticos y causó daños estimados en unos 20 000 millones de dólares EEUU.
Al igual que diversas enfermedades animales, el H5N1 también puede transmitirse a los seres humanos. Entre 2003 y 2011, el virus infectó a más de 500 personas y mató a una cifra superior a 300, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Veo que existe inacción frente a amenazas muy reales para la salud de los animales y las personas", advirtió Lubroth.
La situación es tanto más deplorable cuanto que se ha demostrado que las medidas adecuadas puede eliminar por completo H5N1 del sector avícola y proteger así la salud y el bienestar de las personas. Las aves de corral se encuentran ahora libres de virus en la mayoría de los 63 países infectados en el año 2006, incluyendo Turquía, Hong Kong, Tailandia y Nigeria. Y tras de muchos años de duro trabajo y de compromiso financiero internacional, se está logrando finalmente un progreso sustancial contra la gripe aviar en Indonesia.
Amenaza creciente
Otra amenaza cada vez mayor es la peste de pequeños rumiantes (PPR), una enfermedad altamente contagiosa que puede diezmar los rebaños de ovejas y cabras. "Se encuentra en plena expansión en África subsahariana -donde ha causado estragos en la República Democrática del Congo, entre otros países- y está empezando a extenderse hacia el sur de África", explicó Lubroth. "El daño podría ser enorme", añadió.
"La ironía es existe una vacuna perfectamente válida para la PPR, pero poca gente la está utilizando", dijo. Junto a una situación financiera precaria, la falta de voluntad política y la inadecuada planificación y coordinación son otras razones por las que la PPR y otras enfermedades animales llegan a propagarse.
Invertir en prevención significa mejorar las prácticas de higiene, los controles en mercados y fronteras y la seguridad sanitaria en explotaciones y mercados. Incluye también equipar a los laboratorios y formar personal para diagnosticar y responder a los brotes de enfermedades, y organizar servicios de extensión eficientes para atender las necesidades de los campesinos.
A pesar de sus limitados presupuestos, las organizaciones internacionales deben tratar también de hacer más a través de la acción concertada. "Tenemos que unirnos para encontrar formas de garantizar la inocuidad de la cadena alimentaria mundial", aseguró Lubroth. "El coste -y los riesgos- de no actuar son demasiado altos", concluyó.
"La prolongada crisis económica internacional significa que hay menos dinero disponible para la prevención de la gripe aviar H5N1 y otras amenazas de origen animal. Esto no sólo es realidad para las organizaciones internacionales, sino también para los propios países ", aseguró el Jefe veterinario de la FAO, Juan Lubroth. "Aunque todo el mundo sabe que es mejor prevenir que curar -dijo-, estoy preocupado porque en la actual coyuntura los gobiernos no son capaces de mantener la guardia."
La existencia aún de importantes resevorios del virus H5N1en algunos países de Asia y Oriente Medio, en los que la enfermedad se ha vuelto endémica, hace necesaria una vigilancia permanente. Sin los controles adecuados, podría fácilmente propagarse a nivel mundial como lo hizo en su momento álgido en 2006, cuando 63 países se vieron afectados.
Invertir es rentable
Invertir más en prevención es rentable a nivel económico dado el enorme coste que supone una pandemia a gran escala. Entre 2003 y 2011, la enfermedad causó la muerte u obligó a sacrificar más de 400 millones de pollos y patos domésticos y causó daños estimados en unos 20 000 millones de dólares EEUU.
Al igual que diversas enfermedades animales, el H5N1 también puede transmitirse a los seres humanos. Entre 2003 y 2011, el virus infectó a más de 500 personas y mató a una cifra superior a 300, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Veo que existe inacción frente a amenazas muy reales para la salud de los animales y las personas", advirtió Lubroth.
La situación es tanto más deplorable cuanto que se ha demostrado que las medidas adecuadas puede eliminar por completo H5N1 del sector avícola y proteger así la salud y el bienestar de las personas. Las aves de corral se encuentran ahora libres de virus en la mayoría de los 63 países infectados en el año 2006, incluyendo Turquía, Hong Kong, Tailandia y Nigeria. Y tras de muchos años de duro trabajo y de compromiso financiero internacional, se está logrando finalmente un progreso sustancial contra la gripe aviar en Indonesia.
Amenaza creciente
Otra amenaza cada vez mayor es la peste de pequeños rumiantes (PPR), una enfermedad altamente contagiosa que puede diezmar los rebaños de ovejas y cabras. "Se encuentra en plena expansión en África subsahariana -donde ha causado estragos en la República Democrática del Congo, entre otros países- y está empezando a extenderse hacia el sur de África", explicó Lubroth. "El daño podría ser enorme", añadió.
"La ironía es existe una vacuna perfectamente válida para la PPR, pero poca gente la está utilizando", dijo. Junto a una situación financiera precaria, la falta de voluntad política y la inadecuada planificación y coordinación son otras razones por las que la PPR y otras enfermedades animales llegan a propagarse.
Invertir en prevención significa mejorar las prácticas de higiene, los controles en mercados y fronteras y la seguridad sanitaria en explotaciones y mercados. Incluye también equipar a los laboratorios y formar personal para diagnosticar y responder a los brotes de enfermedades, y organizar servicios de extensión eficientes para atender las necesidades de los campesinos.
A pesar de sus limitados presupuestos, las organizaciones internacionales deben tratar también de hacer más a través de la acción concertada. "Tenemos que unirnos para encontrar formas de garantizar la inocuidad de la cadena alimentaria mundial", aseguró Lubroth. "El coste -y los riesgos- de no actuar son demasiado altos", concluyó.
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