Iniciativa financiada por el Fondo Japonés de Desarrollo Social ayudará a campesinos en Baja Verapaz, Jalapa y El Progreso a incrementar su producción agrícola
El Banco Mundial, el Gobierno de Japón y el Gobierno de Guatemala presentaron hoy un proyecto para ayudar a 1,000 pequeños productores en comunidades del Corredor Seco a adaptar sus prácticas agrícolas y mejorar su productividad. El proyecto, financiado por una donación de US$2.5 millones del Fondo Japonés de Desarrollo Social, tiene el objetivo de fortalecer la capacidad de los campesinos de hacerle frente a la inseguridad alimentaria.
El proyecto “Fortalecimiento de la Capacidad de Respuesta de las Comunidades Campesinas e Indígenas ante la Inseguridad Alimentaria y Cambio Climático en el Corredor Seco” será implementado durante cuatro años por la Asociación de Forestería Comunitaria de Guatemala Ut’z Che’ y la Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria Centroamericana (ACICAFOC).
"La cooperación japonesa siempre ha mantenido una sintonía con la política de desarrollo del Gobierno de Guatemala, y estoy totalmente de acuerdo que el ‘Pacto Hambre Cero’ es uno de los retos más importantes de Guatemala”, dijo Teruaki Nagasaki, Embajador de Japón en Guatemala. “Para mitigar la inseguridad alimentaria, hay que reconocer las causas de la misma, siendo estas: la escasez de agua, degradación de los suelos, cambio climático, explosión demográfica y epidemias, entre otras, las cuales se abarcan a diversos campos. Por eso es indispensable una coordinación conjunta interinstitucional, entre el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo Social, la SESAN y las comisiones municipales”.
El proyecto proveerá asistencia técnica y financiera a pequeños productores para mejorar su productividad agrícola mediante el uso de sistemas agroforestales y de irrigación con agua de lluvia. Les apoyará además a manejar el riesgo agrícola y a producir granos básicos con prácticas de costos reducidos y amigables con el ambiente.
El proyecto piloto se enfocará en beneficiar a campesinos de comunidades rurales en Cubulco, Rabinal y Salamá (Baja Verapaz); Sanarate y Sansare (El Progreso), y en Jalapa, San Pedro Pinula y San Luis Jilotepeque (Jalapa).
“Este proyecto financiado por la cooperación japonesa apoyará a fortalecer la seguridad alimentaria de campesinos, a través de incrementar su producción agrícola, en una de las zonas más vulnerables del país”, dijo Oscar Avalle, Representante Residente del Banco Mundial en Guatemala. “Esta iniciativa complementa los esfuerzos del Gobierno de Guatemala, en particular el Programa Hambre Cero, para mejorar los índices de nutrición y salud entre la población y ampliar las oportunidades para todos”.
En el lanzamiento del proyecto participaron el Elmer López, Ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación; Ana María Méndez, subsecretaria de Planificación y Programación de la Presidencia; el Embajador Nagasaki; Takeo Sasaki, Representante Residente de JICA Guatemala; Francisco Xante Lobos, directivo de Ut’z Che’; Alberto Chinchilla, Representante de ACICAFOC, y Oscar Avalle.
Sobre el Fondo Japonés de Desarrollo Social
El Fondo Japonés de Desarrollo Social (JSDF, por sus siglas en inglés) fue creado en junio de 2000 por el Gobierno de Japón y el Banco Mundial como un mecanismo para proveer asistencia directa a los grupos más pobres y vulnerables. El Gobierno de Japón ha aportado más de US$680 millones al Programa del Fondo Japonés de Desarrollo Social. El Banco Mundial es el administrador del Programa, supervisa su implementación y asegura la transparencia y eficiencia en el uso de sus fondos de acuerdo con sus normas para las adquisiciones y el manejo financiero.
Para conocer el trabajo del Banco Mundial en América Latina y el Caribe visite:www.bancomundial.org/alc
Visite el sitio web del Banco Mundial en Guatemala: www.bancomundial.org.gt
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