El objetivo: la seguridad alimentaria y ayudar a los campesinos pobres con cultivos más resilientes y la adaptación al cambio climático


30 de marzo de 2017, Roma – La FAO y el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI) han acordado estrechar su cooperación para apoyar la producción sostenible de arroz en los países en desarrollo con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia, salvaguardando al mismo tiempo los recursos naturales.

Un acuerdo firmado hoy busca aprovechar mejor los conocimientos científicos y competencias técnicas de ambas organizaciones, para poder así ampliar e intensificar su trabajo a nivel mundial.

Esta alianza está destinada principalmente a mejorar los sistemas agrícolas sostenibles basados en el arroz mediante actividades de creación de capacidad, -incluyendo la ayuda a los gobiernos para elaborar y aplicar políticas y estrategias nacionales y regionales- en beneficio de los pequeños agricultores, especialmente las mujeres.

"El mundo se enfrenta a cambios muy profundos en las próximas décadas para producir el volumen de alimentos nutritivos y de calidad necesarios para una población mundial que se dirige hacia los 10 000 millones de personas", advirtió el Director General del IRRI, Matthew K. Morell. “El IRRI se complace en reafirmar, a través de este Memorando de entendimiento –añadió-, nuestro compromiso de trabajar con la FAO para mejorar los sistemas productivos y alimentarios sostenibles basados en el arroz a través de la concienciación, el desarrollo de capacidad, el intercambio de conocimientos y los análisis basados en evidencias en apoyo de las políticas".

"Con más de 3 000 millones de personas consumiéndolo a diario en todo el mundo, el arroz es fundamental para la seguridad alimentaria mundial", aseguró por su parte Maria Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO. "Garantizar la producción sostenible de arroz es una contribución clave al objetivo global de acabar con el hambre. Al asociarnos con el IRRI, con el que trabajamos juntos desde hace muchos años, podremos ampliar, complementar y potenciards nuestro trabajo para alcanzar este objetivo", subrayó Semedo.

Lograr una cadena de valor del arroz más sostenible 
En muchos países del mundo, el arroz es un cultivo básico para la seguridad alimentaria y la tendencia de su consumo está aumentando. Al mismo tiempo, la producción arrocera es vulnerable al impacto cada vez mayor del cambio climático, incluyendo eventos meteorológicos extremos como sequías e inundaciones.

Tanto la FAO como el IRRI promueven activamente prácticas más sostenibles en toda la cadena de valor del arroz -producción, comercialización y consumo- para optimizar sus propiedades nutricionales y como medio para mejorar los medios de subsistencia y combatir la pobreza, en particular en las zonas rurales.

La FAO ha desarrollado una 
Iniciativa Regional sobre el Arroz para Asia y el Pacífico, que promueve una mayor resiliencia de los cultivos, al tiempo que aumenta su eficiencia y los ingresos de los agricultores. En África y en América Latina, el organismo de la ONU está involucrado en la cooperación científica y técnica, incluyendo el intercambio de tecnologías y mejores prácticas para aumentar la producción y la productividad, entre ellas la reducción de las pérdidas post-cosecha y la mejora de la calidad del grano.

El IRRI está volcado en fortalecer la capacidad de todos los actores del sector arrocero, a través de sus actividades de formación (“IRRI-Educación”) y la Plataforma para el Arroz Sostenible.

Esta Plataforma es una alianza mundial para promover la eficiencia de los recursos y la sostenibilidad en los flujos comerciales, producción y consumo y en las cadenas de suministro en el sector arrocero a nivel mundial. Recientemente estableció la primera norma mundial para el arroz sostenible. Esta norma se basa en la experiencia global en otras iniciativas de productos básicos sostenibles como la caña de azúcar, algodón, café y el aceite de palma. A través de la Plataforma para el Arroz Sostenible, el IRRI pretende utilizar criterios ambientales y socioeconómicos para mantener los rendimientos de los pequeños productores de arroz, reducir la huella ambiental del cultivo del arroz y satisfacer las necesidades de los consumidores en relación a la inocuidad y calidad de los alimentos.

Al mismo tiempo, IRRI-Educación trabaja para crear capacidad a través de la amplia red de asociados del Instituto. Proporciona un conjunto de programas educativos centrados en el destinatario y en función de la demanda que aprovechan la experiencia del IRRI en investigación sobre el arroz, extensión agrícola y políticas del sector arrocero para crear programas para los actores del sector agrícola, responsables de las políticas y reguladores, profesionales de la comunidad internacional de desarrollo y directivos de la industria arrocera de todo el mundo

Mejorar variedades, transferir conocimientos 
A través de su nueva asociación, la FAO y el IRRI ayudarán conjuntamente a los países productores de arroz a incorporar variedades de arroz mejoradas y adaptadas, aumentar la disponibilidad de semillas certificadas y también en el intercambio de conocimientos -incluyendo el manejo de plagas- a través de enfoques participativos, como las Escuelas de campo para agricultores.

Las dos organizaciones buscarán igualmente fortalecer alianzas para el manejo post-cosecha y ayudar a los campesinos y productores de arroz a agregar valor, desarrollando y comercializando subproductos del arroz ricos en proteínas y micronutrientes y explorando el uso apropiado de estos subproductos para producir energía, piensos y otros productos agrícolas.

Además, la FAO y el IRRI trabajarán conjuntamente para garantizar que las campesinas puedan participar en oportunidades empresariales viables, seguras y dignas en la cadena de valor del arroz, y lograr mejoras en sus condiciones de trabajo en el sector arrocero.