El índice de precios de los alimentos de la FAO baja por tercer mes consecutivo

El descenso obedece principalmente a la caída de los precios de cereales y aceites vegetales, en un contexto de mayor suministro a nivel mundial
3 de julio de 2014, Roma – El Índice de precios de los alimentos de la FAO bajó por tercer mes consecutivo en junio, una disminución influenciada principalmente por los precios más bajos de trigo, maíz y aceite de palma, reflejo de una amplia oferta y la mejora de las perspectivas mundiales para estos productos básicos.
 
Según el último informe de la FAO 
Perspectivas de cosechas y situación alimentaria, las previsiones para la producción mundial de cereales -un alimento básico en muchos países- han seguido mejorando, con revisiones al alza de las previsiones de suministro de cereales secundarios y trigo para 2014/15.
 
El último pronóstico de la FAO para la producción mundial de cereales en 2014 se sitúa ahora en 2 498 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), 18 millones de toneladas más respecto a la cifra anterior de junio, aunque todavía un 1 por ciento (23 millones de toneladas) por debajo de la producción récord del año pasado. La reciente revisión al alza refleja la mejora de las perspectivas de producción de cereales secundarios y trigo, sobre todo en Estados Unidos, la UE y la India.
 
Sin embargo, a pesar de un aumento de los suministros y precios medios más bajos, muchas personas en zonas en conflicto o golpeadas por la sequía requieren ayuda externa para obtener alimentos, según el informe, enfocado especialmente en los países en desarrollo y publicado por la FAO con carácter trimestral.
 
El Índice de precios de los alimentos, basado en los precios de una canasta de productos básicos objeto del comercio internacional, tuvo en junio de 2014 un promedio de 206,0 puntos, un descenso de 3,8 puntos (1,8 por ciento) respecto a mayo y casi 6 puntos (2,8 por ciento) por debajo del nivel de junio de 2013.
 
El índice había alcanzado en marzo de 2014 su nivel máximo en diez meses con 213 puntos, pero se redujo en abril, mayo y junio, principalmente como consecuencia de los precios más bajos de cereales, aceite vegetal y productos lácteos. Los precios del azúcar también bajaron en junio con respecto a mayo, pero se mantuvieron más elevados que el año pasado, mientras que en contraste, los precios medios de la carne aumentaron en mayo.
 
Oferta y demanda 
  
El índice de precios de los cereales de la FAO promedió 196,2 puntos en junio, 10,9 puntos (5,2 por ciento) menos respecto al valor revisado de mayo y 36,1 puntos (15,6 por ciento) por debajo del año pasado. El descenso fue causado sobre todo por los precios más bajos del trigo y el maíz, que se redujeron en cerca de un 7 por ciento en un contexto de nuevas mejoras de las perspectivas de las cosechas y una menor preocupación sobre la posible interrupción de los envíos procedentes de Ucrania.
 
Los aceites vegetales tuvieron en junio un promedio de 188,9 puntos, 6,4 puntos (3,3 por ciento) menos que en mayo, en parte como reflejo del precio más bajo en los últimos 9 meses del aceite de palma, que es el aceite comestible más comercializado.
 
Mientras tanto, los precios de los lácteos promediaron 236,5 puntos en junio, 2,5 puntos (1,0 por ciento) menos que en mayo, un descenso menos importante que el experimentado en los tres meses anteriores.
 
Sin embargo los precios de la carne subieron, con una media de 194,2 puntos en junio en el Índice de la FAO, lo que supone 1,4 puntos (0,7 por ciento) más que en mayo, reflejo de un menor suministro a nivel mundial.
 
Los conflictos y la meteorología adversa agravan la inseguridad alimentaria 
  
Al tiempo que confirma las perspectivas en general favorables de la producción agrícola y los suministros para 2014/15, el informe de la FAO Perspectivas de cosechas y situación alimentaria advierte que muchas personas en el mundo se enfrentan a una situación de inseguridad alimentaria.
 
La FAO estima que a nivel mundial 33 países -incluyendo 26 en África- necesitan ayuda externa debido a una combinación de conflictos, malas cosechas y altos precios domésticos de los alimentos.
 
La violencia en la República Centroafricana ha puesto en peligro la producción agrícola, que ya en 2013 se redujo en un 34 por ciento respecto al año anterior. El número de personas necesitadas de ayuda alimentaria se estimaba en abril de 2014 en cerca de 1,7 millones, de una población total de 4,6 millones. El número de desplazados internos a finales de junio se calculaba en 536 500.
 
La permanencia y la escalada de conflictos en algunas partes de África oriental amenazan el acceso de la población local a los alimentos, mientras que las condiciones meteorológicas más secas de lo normal, podrían poner en peligro los cultivos y el ganado.
 
En Somalia se calcula que cerca de 870 000 somalíes necesitan ayuda de emergencia, sobre todo los desplazados internos y familias pobres dedicadas al pastoreo en algunas zonas del centro y del noroeste del país.
 
En Sudán del Sur, desde el inicio del conflicto a mediados de diciembre de 2013, la población que sufre inseguridad alimentaria grave se ha incrementado dramáticamente hasta cerca de 3,5 millones, incluidas 1,1 millones de personas desplazadas internamente.
 
En el vecino Sudán, las personas que se estima necesitan ayuda humanitaria, -principalmente desplazados internos en las zonas afectadas por el conflicto-, ha aumentado a 5 millones
 
Las condiciones meteorológicas adversas y la escalada de los conflictos en Siria e Irak han tenido un impacto negativo en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. En Siria, las previsiones de unos 2 millones de toneladas de trigo suponen una severa reducción en la producción de cereales, mientras que en Irak -donde hay informes del deterioro del acceso al agua potable-, las condiciones de seguridad alimentaria tienden a empeorar.