Conocer el ADN de los insectos ayudará a los científicos a combatir una mortífera enfermedad del ganado
24 de abril de 2014, Roma/Viena - Los científicos han descifrado el código genético de la mosca tsétsé hematófaga, dando esperanzas de que el descubrimiento ayudará en los esfuerzos futuros para combatir una de las enfermedades del ganado más devastadoras de África subsahariana y que es propagada por el insecto.
El genoma de la mosca tsetsé ha sido secuenciado y anotado gracias a un esfuerzo colectivo internacional de diez años en el que ha participado el Laboratorio de Control de Plagas de Insectos, gestionado de forma conjunta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena. Este descubrimiento permite a los científicos estudiar mejor los genes de la mosca y sus funciones, conocimiento que debería abrir la puerta a la investigación de formas de combatir el insecto.
Las moscas tsetsé –que se encuentran únicamente en África- son vectores de los parásitos unicelulares que causan la tripanosomiasis, o nagana, una enfermedad a menudo mortal que afecta a unos tres millones de animales en la región cada año, con un coste enorme para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de los agricultores.
La enfermedad provoca un estado de debilidad crónica en el ganado que reduce su fertilidad y la producción de carne y leche, impide que aumente de peso y lo debilita demasiado para ser utilizado para la labranza o el transporte, lo que a su vez afecta a la producción agrícola.
La picadura de la mosca tsetsé en los seres humanos puede provocar la enfermedad del sueño, que puede ser mortal sin el tratamiento adecuado.
No existe vacuna contra la enfermedad para el ganado o los seres humanos, debido a que el parásito es capaz de evitar los sistemas inmunológicos de los mamíferos, por lo que los métodos de controlar las moscas tsetsé se basan principalmente en trampas, tratamientos con plaguicidas y estrategias de liberación de machos estériles.
“Descifrar el ADN de la mosca tsetsé representa un importante avance científico que abre el camino para un control más efectivo de la tripanosomiasis, lo cual es una buena noticia para millones de criadores de ganado y agricultores en África subsahariana", aseguró Kostas Bourtzis de la División mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Agricultura y la Alimentación.
"La detección y el tratamiento de la tripanosomiasis son hoy en día caros, complejos y perjudiciales para el ganado, ya que a menudo implican el uso de fármacos tóxicos, pero este nuevo conocimiento acelerará la investigación sobre los métodos de control de la mosca tsetsé y ayudará a los científicos a desarrollar estrategias nuevas y complementarias para reducir el uso de medicamentos e insecticidas costosos”, indicó Bourtzis.
Características singulares
En su contribución a la descodificación del genoma, los científicos del Laboratorio de Control de Plagas de Insectos FAO/OIEA se centraron en la relación de la mosca tsé-tsé con una bacteria simbiótica, Wolbachia, que en muchas especies de insectos afecta a la biología y la fisiología de su huésped, incluyendo la reproducción, el comportamiento de apareamiento y la capacidad como vector.
"Nuestro grupo ha participado en el descubrimiento de la transferencia horizontal de grandes tramos de la secuencia genómica de la bacteria Wolbachia en el genoma de la mosca tsetsé", explicó Bourtzis. “Actualmente estamos investigando –añadió- cómo estas inserciones de genes afectan a la biología de la mosca tse-tsé”
La compleja relación de la mosca tsetsé con la Wolbachia y otras dos bacterias simbióticas son parte de su biología singular, que consiste también en alimentarse exclusivamente de sangre de vertebrados, dando a luz a larvas vivas, a las que alimenta por un conducto lactífero.
Una primera serie de conclusiones sobre el genoma de la mosca tsetsé se publicará en la revista Science esta semana en un artículo titulado “Secuencia del genoma de la mosca tsetsé (Glossina morsitans): vector de la tripanosomiasis africana”.
Técnica del insecto estéril
La División Mixta FAO/OIEA apoya actualmente a 14 países africanos en sus esfuerzos para abordar el problema de la tripanosomiasis mediante el control de poblaciones de mosca tsetsé a través de la integración de la técnica del insecto estéril con otros métodos para combatirla.
Usada para controlar la natalidad de insectos, la técnica del insecto estéril implica la liberación de moscas macho -criadas en gran número y que han sido esterilizadas con dosis bajas de radiación- en las áreas infestadas, donde se aparean con las hembras silvestres. Estas no producen descendencia y, como resultado, la técnica pueden eliminar y -si se aplica sistemáticamente sobre una superficie extensa-en última instancia erradicar las poblaciones de moscas silvestres.
La mosca tsetsé se erradicó con éxito de la isla de Zanzíbar, usando la técnica del insecto estéril y en la actualidad están siendo suprimidas en partes del sur de Etiopía. En enero, Senegal informó de que estaba haciendo un progreso significativo en áreas infestadas en la región de Niayes con el mismo método.
El genoma de la mosca tsetsé ha sido secuenciado y anotado gracias a un esfuerzo colectivo internacional de diez años en el que ha participado el Laboratorio de Control de Plagas de Insectos, gestionado de forma conjunta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena. Este descubrimiento permite a los científicos estudiar mejor los genes de la mosca y sus funciones, conocimiento que debería abrir la puerta a la investigación de formas de combatir el insecto.
Las moscas tsetsé –que se encuentran únicamente en África- son vectores de los parásitos unicelulares que causan la tripanosomiasis, o nagana, una enfermedad a menudo mortal que afecta a unos tres millones de animales en la región cada año, con un coste enorme para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de los agricultores.
La enfermedad provoca un estado de debilidad crónica en el ganado que reduce su fertilidad y la producción de carne y leche, impide que aumente de peso y lo debilita demasiado para ser utilizado para la labranza o el transporte, lo que a su vez afecta a la producción agrícola.
La picadura de la mosca tsetsé en los seres humanos puede provocar la enfermedad del sueño, que puede ser mortal sin el tratamiento adecuado.
No existe vacuna contra la enfermedad para el ganado o los seres humanos, debido a que el parásito es capaz de evitar los sistemas inmunológicos de los mamíferos, por lo que los métodos de controlar las moscas tsetsé se basan principalmente en trampas, tratamientos con plaguicidas y estrategias de liberación de machos estériles.
“Descifrar el ADN de la mosca tsetsé representa un importante avance científico que abre el camino para un control más efectivo de la tripanosomiasis, lo cual es una buena noticia para millones de criadores de ganado y agricultores en África subsahariana", aseguró Kostas Bourtzis de la División mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Agricultura y la Alimentación.
"La detección y el tratamiento de la tripanosomiasis son hoy en día caros, complejos y perjudiciales para el ganado, ya que a menudo implican el uso de fármacos tóxicos, pero este nuevo conocimiento acelerará la investigación sobre los métodos de control de la mosca tsetsé y ayudará a los científicos a desarrollar estrategias nuevas y complementarias para reducir el uso de medicamentos e insecticidas costosos”, indicó Bourtzis.
Características singulares
En su contribución a la descodificación del genoma, los científicos del Laboratorio de Control de Plagas de Insectos FAO/OIEA se centraron en la relación de la mosca tsé-tsé con una bacteria simbiótica, Wolbachia, que en muchas especies de insectos afecta a la biología y la fisiología de su huésped, incluyendo la reproducción, el comportamiento de apareamiento y la capacidad como vector.
"Nuestro grupo ha participado en el descubrimiento de la transferencia horizontal de grandes tramos de la secuencia genómica de la bacteria Wolbachia en el genoma de la mosca tsetsé", explicó Bourtzis. “Actualmente estamos investigando –añadió- cómo estas inserciones de genes afectan a la biología de la mosca tse-tsé”
La compleja relación de la mosca tsetsé con la Wolbachia y otras dos bacterias simbióticas son parte de su biología singular, que consiste también en alimentarse exclusivamente de sangre de vertebrados, dando a luz a larvas vivas, a las que alimenta por un conducto lactífero.
Una primera serie de conclusiones sobre el genoma de la mosca tsetsé se publicará en la revista Science esta semana en un artículo titulado “Secuencia del genoma de la mosca tsetsé (Glossina morsitans): vector de la tripanosomiasis africana”.
Técnica del insecto estéril
La División Mixta FAO/OIEA apoya actualmente a 14 países africanos en sus esfuerzos para abordar el problema de la tripanosomiasis mediante el control de poblaciones de mosca tsetsé a través de la integración de la técnica del insecto estéril con otros métodos para combatirla.
Usada para controlar la natalidad de insectos, la técnica del insecto estéril implica la liberación de moscas macho -criadas en gran número y que han sido esterilizadas con dosis bajas de radiación- en las áreas infestadas, donde se aparean con las hembras silvestres. Estas no producen descendencia y, como resultado, la técnica pueden eliminar y -si se aplica sistemáticamente sobre una superficie extensa-en última instancia erradicar las poblaciones de moscas silvestres.
La mosca tsetsé se erradicó con éxito de la isla de Zanzíbar, usando la técnica del insecto estéril y en la actualidad están siendo suprimidas en partes del sur de Etiopía. En enero, Senegal informó de que estaba haciendo un progreso significativo en áreas infestadas en la región de Niayes con el mismo método.
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Establecida en 1964, la División Mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura utiliza los conocimientos y recursos de ambas organizaciones para ampliar la cooperación entre sus países miembros en la aplicación de la tecnología nuclear y las biotecnologías relacionadas para mejorar la seguridad alimentaria sostenible.
Establecida en 1964, la División Mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura utiliza los conocimientos y recursos de ambas organizaciones para ampliar la cooperación entre sus países miembros en la aplicación de la tecnología nuclear y las biotecnologías relacionadas para mejorar la seguridad alimentaria sostenible.
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