Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research'. |
Resultados de nuevos estudios por científicos con el ARS sugieren que un tratamiento con el ácido salicílico podría prevenir o reducir la infección de plantas de cultivos por el fitoplasma de la punta morada de la papa, el cual es una bacteria sin paredes celulares. |
Estimulando las defensas naturales de plantas con una sustancia semejante a la aspirina
Por Jan Suszkiw
13 de febrero de 2014
13 de febrero de 2014
Por miles de años, los seres humanos han extraído el ácido salicílico de la cáscara del sauce para aliviar el dolor menor, la fiebre y la inflamación. Hoy en día este ácido se usa en las medicaciones para tratar la acné o quitar las verrugas, además de usarlo en otros productos cosméticos.
Ahora, hallazgos por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) sugieren que el ácido salicílico también podría ofrecer "alivio" a las plantas de cultivos estimulando sus defensas naturales contra una amenaza microbiana llamada el fitoplasma de la punta morada de la papa. Esta bacteria no tiene ningunas paredes celulares. Brotes de esta bacteria en la región fértil de la Cuenca Columbia del Pacífico Noroeste de EE.UU. en el 2002 y en años subsiguientes causaron pérdidas significativas en la calidad y los rendimientos de las papas.
Aplicaciones cuidadosas de insecticidas pueden impedir la transmisión del fitoplasma por las chicharritas del jitomate cuando ellas se alimentan en las plantas de papa. Pero no hay una cura para una planta infectada, según Yan Zhao, quien es biólogo molecular con el Laboratorio de Patología Molecular de Plantas mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland.
En estudios en Beltsville, Zhao y sus colegas han recopilado pruebas que indican que tratar las plantas de tomate–el cual es un pariente de la papa—con el ácido salicílico puede prevenir infecciones del fitoplasma o por lo menos puede disminuir su severidad.
En sus estudios, con resultados publicados en la revista 'Annals of Applied Biology' (Anales de la Biología Aplicada) en julio del 2012, los investigadores usaron dos grupos de plántulas de tomate en macetas. Un grupo de plantas recibió dos tratamientos con el ácido salicílico—el primero en forma de una solución rociada cuatro semanas después de sembrar las plántulas, y el segundo en forma de una aplicación directa a las raíces dos días antes de injertar alguno material vegetal infectado con el fitoplasma en los tallos de todas las plántulas de tomate para causar la enfermedad. El segundo grupo de plántulas no recibió ningún tratamiento.
Los investigadores inspeccionaron las plántulas para detectar síntomas de enfermedad y analizaron las hojas de las plántulas para buscar la "huella genética" del fitoplasma. El 94 por ciento de las plántulas sin tratamiento contuvieron el ADN del fitoplasma, comparado con el 47 por ciento de las plántulas que sí recibieron el tratamiento. Significativamente, el otro 54 por ciento de las plántulas tratadas no tuvieron ningunos síntomas o patógenos 40 días después de exposición al material vegetal infectado con el fitoplasma.
Los investigadores creen que el ácido salicílico estimuló la resistencia sistémica adquirida, la cual es un estado de preparación general que aumenta a las defensas naturales de plantas contra ataques por insectos o microbios.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de febrero del 2014.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU.
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