El desarrollo de los biocombustibles no debe comprometer la seguridad alimentaria

El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial pide políticas e inversiones en apoyo de los pequeños campesinos




11 de octubre de 2013, Roma – Tras una semana de intensos debates, el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS, por sus siglas en inglés) ha hecho hincapié en el vínculo entre biocombustibles y seguridad alimentaria, asegurando que la "realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada para todos" debe ser una preocupación prioritaria en el desarrollo de los biocombustibles.
El CFS, considerado la más importante plataforma intergubernamental y de múltiples partes interesadas ​​ para la seguridad alimentaria y la nutrición, insistió en que la producción de biocombustibles "no debe poner en peligro la seguridad alimentaria, y debe tener en cuenta especialmente a las mujeres y los pequeños campesinos".
La reunión, del 7 al 11 de octubre, contó con la presencia de unos 750 participantes, incluyendo 130 delegaciones gubernamentales, un centenar de la sociedad civil y cerca de 50 de organizaciones del sector privado. Tras las discusiones, el CFS convino también en la importancia de integrar la agricultura en pequeña escala en las políticas, estrategias e investigación nacionales destinadas a impulsar la inversión y el desarrollo sostenible.
Los agricultores familiares, pescadores y otros cuyos medios de vida dependen de la agricultura en pequeña escala en los países en desarrollo representan la mayor parte de los 840 millones de personas que sufren hambre crónica en el mundo, según el reciente informe sobre el hambre de la ONU El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo.
Riesgos y oportunidades
Sobre el tema de los biocombustibles y la seguridad alimentaria y en base a un informe del Grupo de Alto Nivel de Expertos en Seguridad Alimentaria y Nutrición (HLPE, por sus siglas en inglés), el Comité señaló que el desarrollo de biocombustibles comprende "tanto oportunidades como riesgos en los aspectos económicos, sociales y ambientales" dependiendo del contexto y las prácticas. "En algunos casos, la actual producción de biocombustibles crea competencia entre los cultivos para este fin y los cultivos alimentarios", añadieron.
El CFS alentó a la FAO y otras partes interesadas a buscar maneras de ayudar a los países a fortalecer su capacidad de evaluar su situación con respecto a los biocombustibles, teniendo en cuenta los problemas de seguridad alimentaria a nivel mundial, regional y nacional, y los legítimos derechos de tenencia de la tierra.
"Instamos a los gobiernos y otras partes interesadas pertinentes a revisar las políticas de biocombustibles -en su caso y si es necesario- según evaluaciones equilibradas y con base científica de las oportunidades y riesgos que pueden presentar para la seguridad alimentaria", dijo el Comité.
El CFS hizo un llamamiento a los asociados en la investigación y desarrollo de biocombustibles para mejorar su eficiencia en relación a los recursos y procesos, y para diseñar soluciones adaptadas a las necesidades de todas las partes interesadas, incluidos aquellas de los países menos adelantados y de las mujeres y los pequeños campesinos que más necesitan acceso a los servicios modernos de energía.
También pidió a los socios de I+D adaptar la producción y elaboración de biocombustibles para modular la cadena de suministro entre alimentos, piensos y energía, dependiendo de las condiciones.
El CFS recordó existe ya orientación sobre el tema incluida en acuerdos e instrumentos internacionales, entre ellos el Marco estratégico mundial (MEM) del CFS para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la de seguridad alimentaria nacional (VGGT, por sus siglas en inglés), las Directrices voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional, la Asociación Global para la Bioenergía (GBEP), los Indicadores de sostenibilidad para la bioenergía y Bioenergía y seguridad alimentaria ().
Invertir en los pequeños campesinos
Sobre el tema de la inversión en la agricultura en pequeña escala, en base igualmente a  otro informe del HLPE, el CFS adoptó una recomendación de políticas pidiendo a los gobiernos, junto con las organizaciones de pequeños agricultores, sociedad civil, sector privado, instituciones de investigación y socios internacionales de desarrollo, trabajar juntos para "construir una visión del propio país", diseñada para impulsar las inversiones en la agricultura en pequeña escala.
El Comité recomendó a los países cómo las políticas, estrategias y presupuestos del sector agrícola, urbano y rural podrían permitir mejor el acceso de los pequeños campesinos a los bienes productivos, los mercados locales, nacionales y regionales, la formación adecuada, la investigación, la tecnología y los servicios de apoyo a la agricultura, especialmente para las mujeres.
La importancia de la agricultura en pequeña escala se destacará durante el Año Internacional de la Agricultura Familiar a celebrar en 2014.
El CFS abordó además una amplia gama de cuestiones diversas destinadas a apoyar los esfuerzos para erradicar el hambre crónica y la pobreza extrema, incluidas las inversiones agrícolas responsables y la seguridad alimentaria en situaciones de crisis prolongadas. Está previsto que estos debates continúen durante las consultas regionales que tendrán lugar en los próximos meses.
Gerda Verburg, de los Países Bajos, fue elegida como Presidente del CFS para un mandato de dos años, sustituyendo a su predecesor en el cargo, el nigeriano Yaya Olaniran.