Con apoyo del IICA, investigadores
mexicanos y estadounidenses capacitan a productores haitianos en buenas
prácticas agrícolas y de poscosecha.
Washington DC, 13 de junio, 2013
(IICA). La reactivación del
principal producto de exportación de Haití, el mango Francine, es el objetivo
de un proyecto que une a expertos de Estados Unidos y México en la capacitación
sobre buenas prácticas de producción y postcosecha para productores haitianos.
El proyecto Revitalizando un fruto
apreciado: desarrollo de la cadena de mango en Haití, es ejecutado por las
Oficinas de Estados Unidos y Haití del Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA), con apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México (INIFAP) y del Servicio de
Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA-ARS).
El desarrollo de la cadena de mango es una de las prioridades del
gobierno haitiano, dado que las exportaciones de la variedad Francine generan
más de US$10 millones anuales, además de empleo estable en zonas rurales y
urbanas.
Debido a la importancia de la fruta para la economía haitiana, el
proyecto ha facilitado varios encuentros con profesionales y productores de
este país. El primero se efectuó en Puerto Príncipe y permitió que 52
profesionales y estudiantes de agronomía conocieran, de boca de expertos del
INIFAP, mejores prácticas de producción, nuevas metodologías para estimar los
tiempos de cosecha y la importancia de implementar buenas prácticas agrícolas
para disminuir el riesgo de contaminar el producto.
De acuerdo con uno de los expertos del INIFAP, Jorge Osuna, existe una
noción de que la inocuidad de los alimentos es solo un requisito para grandes
empresas y que implica una gran inversión en infraestructura. “La realidad es
que las buenas prácticas agrícolas pueden adaptarse a cualquier finca y su
empleo, desde la preparación del campo hasta la venta del producto, reduce la
contaminación y mejora las perspectivas de mercado”, señaló.
Como parte del
proyecto, los haitianos también participarán en una misión para conocer las fincas
de producción de mango en Nayarit, México, y así aprender de primera mano las
mejores técnicas en el campo.
En
esta gira visitarán varios centros exportadores de frutas, donde verificarán algunas de las prácticas
empleadas para garantizar que los mangos
estén libres de moscas de la fruta,
un requisito para las exportaciones a Estados Unidos.
Una segunda misión se dirigirá a la Estación de
Investigación de Agricultura Tropical del USDA-ARS en Mayagüez, Puerto Rico, para enseñar a los haitianos sobre las tecnologías de producción de otras frutas tropicales de importancia económica que se podrían adaptar a las condiciones
en Haití.
“Estamos aprovechando la experiencia del IICA en
esquemas de diversificación que han dado resultados positivos en América
Central, para ayudar a Haití con el desarrollo de la cadena de la fruta”,
explicó Priscila Henríquez, especialista en innovación del IICA, quien coordina
el proyecto.
“La diversificación de
los cultivos de árboles frutales ofrece oportunidades de negocios para los
pequeños agricultores, incluidas las mujeres, y al mismo tiempo contribuye a la
recuperación de las tierras degradadas”, agregó Henríquez.
De
acuerdo con Alfredo Mena, Representante del IICA en Haití, el desarrollo de la cadena de frutas beneficiará a 28.000 familias haitianas.
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