Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research'. |
Hallazgos por los científicos del ARS, incluyendo pruebas para asegurar la autenticidad del aceite de oliva, podrían ayudar a fortalecer el sector del aceite de oliva en EE.UU. |
Pruebas del aceite de oliva podrían ayudar a asegurar la autenticidad del producto
Por Marcia Wood9 de mayo 2013
Cuando la etiqueta de una botella de aceite de oliva falsea los contenidos, los compradores no obtienen lo que desean. La etiqueta engañosa también es una preocupación para los chefs, los minoristas y los cultivadores y procesadores de aceitunas y el aceite de oliva, particularmente aquellos nuevamente entrando en el mercado doméstico del aceite de oliva. Ellos se enfrentan a una fuerte competencia internacional, porque el 98 por ciento del aceite de oliva actualmente consumido en EE.UU. es de importación.
Pero nuevas pruebas desarrolladas por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) podrían beneficiar al sector estadounidense del aceite de oliva. Estas pruebas aumentan la gama de opciones para un preciso análisis de control de calidad del aceite de oliva.
La prueba desarrollada por químico Talwinder Kahlon utiliza la tecnología de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR por sus siglas en inglés) para comparar el ADN de la oliva con el ADN de la colza y del girasol. El aceite de estas plantas algunas veces se mezcla con el aceite de oliva, pero esta adulteración no es revelada en la etiqueta.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas delDepartamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés).
La prueba desarrollada por Kahlon se centra en regiones claves de dos genes, matK y psbA-trnH, los cuales ocurren ampliamente en la naturaleza, incluyendo en la oliva, la colza y el girasol. La secuencia de ADN de regiones específicas de estos dos genes provee una base fiable para comparación, y puede ser usada para detectar la presencia de los aceites no oliva en concentraciones del 5 por ciento o más.
Aunque el uso de la tecnología de PCR para detectar el ADN específico de otras plantas en el aceite de oliva no es una nueva idea, el enfoque de los investigadores ofrece varios mejoramientos. Por ejemplo, los "códigos de barras" desarrollados por los científicos para representar la oliva, la colza y el girasol y para servir como la base para comparación del ADN de estas plantas no son basados en un solo árbol o girasol o planta de colza. En cambio, cada "código de barra" es una combinación ampliamente representativa, llamada "el ADN consenso".
El aceite de oliva se compone de triglicéridos, los cuales son moléculas de ácidos grasos. Estos ácidos grasos son el centro del enfoque desarrollado por químico Jiann-Tsyh (Ken) Lin. Su prueba utiliza la espectrometría de masas con ionización por electrospray (ESI-MS por sus siglas en inglés) y ayuda a los científicos a recopilar detalles sobre variaciones en diferentes triglicéridos llamados regioisomeros. Con esta información, los usuarios pueden desarrollar proporciones de regioisomeros que pueden ser usadas para determinar si una muestra contiene aceites no revelados.
El valor de ESI-MS para analizar los ácidos grasos de plantas ha sido reconocido desde por lo menos el 1994. Pero el protocolo desarrollado por Lin sobre la utilización de ESI-MS ayuda a simplificar esta aplicación.
Lin desarrolló este protocolo para sus estudios con la planta llamada el tártago, el cual produce un aceite no comestible pero muy útil para los usos industriales. Hace seis años, Lin escogió el aceite de oliva como un modelo para probar sus técnicas.
Lin y Kahlon trabajan en el Centro de Investigación de la Región Occidental mantenido por el ARS en Albany, California.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de mayo-junio del 2013.
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