El aumento de las tasas de reciclado mediante un enfoque centrado en los productos puede mitigar los impactos ambientales negativos 

Berlín, 24 de abril de 2013 – El incremento de la demanda de metales, que podría multiplicarse por diez en comparación con las necesidades actuales, exige un replanteamiento de las prácticas de reciclado a fin de hacer frente a los impactos ambientales negativos, según se afirma en dos informes publicados hoy por el Grupo Internacional de Gestión Sostenible de los Recursos, que forma parte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El informe titulado Environmental Risks and Challenges of Anthropogenic Metals Flows and Cycles (Riesgos y desafíos ambientales que plantean los ciclos y flujos antropógenos de metales) se presentó en Berlín durante un diálogo de alto nivel sobre el uso eficiente de los recursos y la gestión sostenible de los metales, y en él se ofrece una sinopsis de los desafíos ambientales que plantean los metales y la función que podría cumplir el reciclado en su mitigación. En el segundo informe, titulado Metal Recycling – Opportunities, Limits, Infrastructure(Reciclado de metales: oportunidades, límites, infraestructura), se exponen las mejoras necesarias en los sistemas de reciclado de metales del siglo XXI.

“A medida que la población de las economías emergentes vaya adoptando tecnologías y estilos de vida similares a los que se observan actualmente en los países de la OCDE, las necesidades mundiales en materia de metales serán entre tres y nueve veces más cuantiosas que todos los metales que se utilizan hoy en el mundo”,afirmó el Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.

“Se precisa urgentemente un enfoque mucho más avanzado para hacer frente a los desafíos que plantea el reciclado de productos complejos, que contienen una gran variedad de metales y materiales relacionados entre sí”, añadió.“Los diseñadores de productos tienen que asegurarse de que los materiales tales como los metales del grupo de las tierras raras,presentes en productos que van desde los paneles solares e imanes de turbinas eólicas a los teléfonos móviles, se puedan recuperar fácilmente cuando los productos lleguen al final de su vida útil”.

Los metales son una parte fundamental de la economía mundial porque se utilizan como materias primas básicas para infraestructuras. Está previsto se mantenga una fuerte demanda en los años venideros: en los países en desarrollo a causa de la rápida industrialización y en los países desarrollados a causa de las tecnologías modernas. Si bien las tecnologías que utilizan energías renovables, como parte de la transición a una economía verde integradora, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de metales, probablemente hagan que se incremente la demanda, ya que insumen más metales que las fuentes de energía fósiles.

“Cabe esperar que si se recicla un mayor porcentaje de metales, se alivien algunas de las presiones adversas que el uso y la producción de metales ejercen en el medio ambiente”, declararon Ernst Ulrich von Weizsäcker y AshokKhosla, copresidentes del Grupo Internacional de Gestión Sostenible de los Recursos, en un comunicado conjunto. “No obstante, el aumento de las tasas de reciclado por sí solo no será suficiente, sino que deberá ir acompañado de la estabilización de la curva de la demanda de metales”.

El uso integrado de metales y sus compuestos causa efectos locales derivados de la minería y consume entre el 7% y el 8% del suministro mundial de energía.También hay cuestiones relacionadas con las emisiones de metales de fuentes tales como los combustibles fósiles y los fertilizantes de fosfato, yes preciso hallar una solución para la eliminación definitiva de ciertos metales cuya oferta ha superado la demanda.

El reciclado consume mucha menos energía por kilogramo de metal producido que la producción primaria y también disminuye el impacto local de la minería, en general. Además, reduce la necesidad de explotar minerales de baja ley —proceso que consume más energía y probablemente se difunda más a medida que crece la demanda— y puede ayudar a prevenir la futura escasez de ciertos metales preciosos de uso común.

En teoría, los metales se pueden reciclar casi indefinidamente, por lo que presentan una valiosa oportunidad para reducir la degradación del medio ambiente y el uso de energía y agua, además de contribuir a la transición hacia una economía verdebaja en carbonoque haga uso eficiente de los recursos.

Sin embargo, la creciente complejidad de los productos hace que sea difícil extraer y reutilizar todos los metales valiosos debido a las leyes de la física y la economía conexa. Por ejemplo, un teléfono móvil puede contener más de 40 elementos, entre ellos, metales comunes, como el cobre y el estaño, y metales preciosos y del grupo del platino, como la plata, el oro y el paladio.

Para aumentar las tasas de reciclado, que son históricamente bajas, es fundamental que en todo el mundo se pase del enfoque centrado en los materiales a un enfoque centrado en los productos, que haga hincapié en los componentes específicos de los productos y su complejidad al final de su vida útil y provea los medios para separarlos y recuperarlos.

Si se optimiza el reciclado de productos que han llegado al final de su vida útil, se pueden evitar pérdidas de eficiencia en toda la cadena de reciclado. La adopción a nivel mundial del enfoque centrado en los productos sería un paso notable hacia los sistemas eficientes de reciclado, el uso eficiente de los recursos y la economía verde.

“Debemos plantearnos como objetivo terminar con la espiral de materias primas utilizando los materiales de una manera más consciente”, afirmó el Ministro Federal de Medio Ambiente de Alemania, Peter Altmaier. “En Alemania, las materias primas ya se aplican con mucha más eficiencia que hace diez años. Pero podemos lograr aún más: para 2020 queremos duplicar la eficiencia en el uso de los materiales en relación con los niveles de 1994”.

El potencial para el reciclado es enorme si se considera la cantidad de desechos de equipos eléctricos y electrónicos que se generan en la actualidad. Se estima que esos desechos llegan a entre 20 y 50 millones de toneladas anuales, o entre 3 y 7 kilogramos por persona por año.

Solamente en Europa se generan cada año unos 12 millones de toneladas de esos desechos, y se prevé que la cifra aumente en los próximos decenios a un ritmo del 4% anual como mínimo, casi tres veces más que el aumento de los desechos municipales.

Aun así, las tasas de reciclado han sido sistemáticamente bajas: según un informe anterior del Grupo Internacional de Gestión Sostenible de los Recursos, de cerca de 60 metales estudiados, menos de un tercio tiene una tasa de reciclado al final de su vida útil que supera el 50%, y hay 34 elementos con una tasa de reciclado de menos del 1%.

Recomendaciones

En los informes se incluyó una serie de recomendaciones para lograr un sistema sostenible y viable de gestión de los metales, entre las que se cuentan las siguientes:

• Se han creado sistemas certificados basados en las mejores tecnologías disponibles y otras medidas para aumentar la eficiencia energética y entrópica de la minería, así como las industrias de reciclado, que deben aplicarse en todo el mundo. Estas técnicas varían según la región de que se trate y no necesariamente tienen que ser de tecnología avanzada.

• Las metas fijadas en función del peso obstaculizan el reciclado de los muchos elementos críticos que están presentes en productos complejos, por lo general en concentraciones muy bajas, en lugar de promoverlo. Hay que establecer prioridades con respecto a distintos metales, como los metales comunes, los metales especiales, los metales utilizados en tecnologías fundamentales, y otros.

• Las metas de política respecto del reciclado deben explicar la pérdida de metales debido a la mezcla, no deben exceder los límites físicos, tecnológicos y termodinámicos y no deben dar prioridad a uno o dos metales en detrimento de otros, ni siquiera por accidente. Es probable que las metas que exceden las posibilidades termodinámicas no den buenos resultados. Los responsables de formular políticas pueden fijar metas adecuadas desde la perspectiva del ciclo de vida aprovechando los conocimientos especializados y las herramientas disponibles en la industria del reciclado.

• El diseño y la optimización de los sistemas pueden aumentar aún más las tasas de reciclado y disminuir los impactos ambientales. Para el diseño de nuevos productos, los diseñadores deben tener en cuenta enfoques basados en el ciclo de vida, así como los conocimientos de metalurgia y la simulación precisa delos sistemas de reciclado de procesos. La investigación y la educación revisten suma importancia para preservar estos conocimientos y para impulsar la innovación que potencie al máximo el uso eficiente de los recursos.

• Las metas de política respecto del sistema de reciclado deben coincidir con los factores que impulsan la economía. Con tantos operadores del sector de recolección y reciclado, es poco probable que la reglamentación por sí sola baste para determinar el destino de las corrientes de desechos que contienen metales.

• Se puede aumentar la eficiencia energética de la producción primaria haciendo que los procesos sean más eficaces y utilizando corrientes de desechos (por ejemplo, cenizas volantes, lodo, escorias y precipitados) como fuentes de metales.



Otros recursos



Los informes completos pueden descargarse en las siguientes direcciones:



Riesgos y desafíos ambientales que plantean los ciclos y flujos antropógenos de metales http://www.unep.org/resourcepanel/Publications/EnvironmentalChallengesMetals/tabid/106142/Default.aspx



Reciclado de metales: oportunidades, límites, infraestructura http://www.unep.org/resourcepanel/Publications/MetalRecycling/tabid/106143/Default.aspx

Sobre el Grupo Internacional de Gestión Sostenible de los Recursos

El Grupo Internacional de Gestión Sostenible de los Recursos se estableció en 2007 con el objeto de realizar evaluaciones científicas independientes, coherentes y fidedignas sobre el uso sostenible de los recursos naturales y el impacto ambiental del uso de los recursos durante todo el ciclo de vida.

Al proporcionar información actualizada y los mejores conocimientos científicos de que se dispone, el Grupo ayuda a que se tenga una idea más clara de cómo desacoplar el desarrollo humano y el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente. La información que figura en los informes del Grupo tiene por objeto ser de utilidad para las políticas, apoyar su formulación y la planificación normativa y programática, y posibilitar la evaluación y supervisión de la eficacia de las políticas.


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