Los científicos del ARS están estudiando el destino del estiércol en los corrales de engorde y en los campos para aumentar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente.
Por Ann Perry
22 de febrero de 2013
Estudios por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) están revelando nueva información sobre los microbios que viven en el estiércol.
Estos estudios realizados por científicos en la Unidad de Investigación del Manejo de Agroecosistemas mantenida por el ARS en Lincoln, Nebraska, apoyan la prioridad del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) de asegurar la seguridad alimentaria. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del USDA.
En un proyecto, microbióloga Lisa Durso usó muestras del estiércol de seis ganado vacuno para identificar un juego clave de grupos de bacterias gastrointestinales que son comunes en ambos el ganado vacuno y el ganado lechero. Ella también observó algunas bacterias en el estiércol del ganado vacuno que no han sido observadas previamente en el ganado lechero, y identificó un surtido diverso de bacterias de los seis animales, aunque todos los animales consumieron la misma dieta, fueron de la misma raza, tuvieron el mismo sexo, y tuvieron la misma edad.
En otro estudio, Durso colaboró con ingeniero agrícola John Gilley, también con el ARS, y otros investigadores para estudiar cómo la dieta del ganado afecta el transporte de patógenos en el escurrimiento de campos agrícolas enmendados con el estiércol. Los científicos agregaron dos tipos de estiércol a los campos experimentales con o la labranza convencional o la labranza cero en tres diferentes tasas: una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de nutrientes para los cultivos por un año; una cantidad suficiente para proveer los nutrientes por dos años; o una cantidad suficiente para proveer los nutrientes por cuatro años. El estiércol se colectó del ganado alimentado con o el maíz o el pienso que contuvo los granos de destilería húmedos.
Después de una serie de sucesos de la lluvia simulada, el grupo colectó y analizó muestras del escurrimiento de los campos, y descubrió que ni la dieta ni el tipo de labranza afectó significativamente el transporte de las bacterias del estiércol. Pero el grupo sí notó que la dieta afectó el transporte de los bacteriófagos, los cuales son virus que invaden a las bacterias, en el escurrimiento.
Gilley también realizó una investigación sobre cómo los residuos de un cultivo de trigo afectaron la calidad del agua en el escurrimiento de los campos enmendados con aplicaciones de estiércol suficientes para proveer nutrientes por un año, dos años o cuatro años. Los científicos descubrieron que las cantidades del fósforo disuelto, el fósforo total, los nitratos y el nitrógeno fueron significativamente más altas en el escurrimiento de los campos que tuvieron los residuos del cultivo. El grupo también observó que el escurrimiento de los campos enmendados con las aplicaciones de estiércol en cantidades suficientes para proveer nutrientes por cuatro años tuvo niveles significativamente más altos del fósforo total y el fósforo disuelto comparado con el escurrimiento de los campos enmendados con las aplicaciones del estiércol en cantidades suficientes para proveer nutrientes por un ano o dos años.
Los resultados de estos estudios han sido publicados en las revistas 'Foodborne Pathogens and Disease' (Patógenos Alimentarios y las Enfermedades), 'Applied and Environmental Microbiology' (Microbiología Aplicada y Ambiental), y 'Transactions of the ASABE' (Actas de la ASABE).
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de febrero del 2013.