Expertos destacaron lecciones aprendidas en América Latina a 30 años de la crisis de la deuda
Representantes de las instituciones organizadoras -CEPAL, CAF, SEGIB, GIZ y UNAM- inauguraron el encuentro.
Autoridades y expertos destacaron en una conferencia de alto nivel inaugurada en Ciudad de México, México, las lecciones aprendidas por los países de América Latina y el Caribe tras la crisis de la deuda ocurrida a comienzos de los años ochenta y llamaron a abordar los desafíos pendientes.
Representantes de las instituciones organizadoras -CEPAL, CAF, SEGIB, GIZ y UNAM- inauguraron el encuentro.
Autoridades y expertos destacaron en una conferencia de alto nivel inaugurada en Ciudad de México, México, las lecciones aprendidas por los países de América Latina y el Caribe tras la crisis de la deuda ocurrida a comienzos de los años ochenta y llamaron a abordar los desafíos pendientes.
La conferencia La crisis de la deuda 30 años después. Conferencia CEPAL-CAF-GIZ-SEGIB-UNAM, que tiene lugar en la Sede Subregional de la CEPAL en México, se extenderá hasta el 19 de febrero.
La cita es organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, la Secretaría General
Iberoamericana (SEGIB), la Agencia Alemana de Cooperación Internacional
(GIZ, por sus siglas en alemán) y la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
En la sesión inaugural Jacques Rogozinski, Director General de Nacional Financiera de México, envió un saludo a los asistentes a nombre de Luis Videgaray, Secretario de Hacienda y Crédito Público de ese país.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL,
señaló al inaugurar la conferencia que "la crisis de la deuda
latinoamericana marcó un punto de inflexión para la región, cuyas
consecuencias fueron inclusive más graves y de mayor alcance para
América Latina y el Caribe que las derivadas de la reciente crisis
financiera global".
"La
región tardó 25 años para recuperar los niveles sociales previos a la
crisis y 14 años para recuperar el PIB per cápita", dijo.
Durante
la década de los ochenta el crecimiento del producto interno bruto
(PIB) fue muy variable, alcanzando en promedio 1,7% anual, mientras que
los salarios reales cayeron 34% entre 1980 y 1990. Durante los noventa
el crecimiento tendió a recuperarse y llegó en promedio a 3,1% anual.
Como
resultado de este magro desempeño económico, que incluyó también un
aumento del desempleo, la incidencia de la pobreza se elevó
considerablemente en los primeros años.
"Las
consecuencias de la crisis también implicaron en varios casos una
modificación muy profunda de las estrategias de desarrollo, del rol que
debieran jugar el Estado y los actores privados en la economía y la
protección social", declaró Bárcena.
"Se
requiere una visión más amplia de la estabilidad macroeconómica, cuyos
objetivos no se limiten a la reducción de la inflación y el equilibrio
de las finanzas públicas, sino que se extiendan a la esfera real de la
producción, incluidas la magnitud y la estabilidad del ritmo de
crecimiento de la economía y el empleo. Así, la política macroeconómica
debe incluir objetivos de mejora de la distribución del ingreso y de
cambio estructural. Estabilidad real y estabilidad nominal deben
retroalimentarse de manera positiva", dijo la Secretaria Ejecutiva de la
CEPAL.
"Es
el momento de repensar el desarrollo, de plantearnos una agenda de
futuro cuyo pilar sea una nueva arquitectura estatal que se oriente
hacia un cambio estructural virtuoso para la mayor igualdad con base en
la titularidad de derechos a los ciudadanos. Es ahora cuando podemos
poner los cimientos para crear más productividad por la vía de la
industrialización con innovación y el empleo con derechos plenos para el
desarrollo sostenible", agregó la alta funcionaria de las Naciones
Unidas.
En
la conferencia participan reconocidos académicos de la región y
profesionales que enfrentaron esta crisis desde sus respectivos
gobiernos.
En la inauguración intervinieron también Enrique Iglesias, Secretario General Iberoamericano de la SEGIB, Enrique García, Presidente Ejecutivo de la CAF, Verónica Villarespe, Directora del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Jan Peter Schemmel, Director de GIZ en México.
Enrique Iglesias
indicó que se deben tomar en cuenta varios pilares para analizar el
tema de la crisis: el sistema económico internacional, los niveles de
contagio dada la gran expansión de las finanzas mundiales, la sicología
donde encontramos corrientes optimistas y pesimistas y el rol del Fondo
Monetario Internacional (FMI), que es un gran jugador y donde se han
gestado grandes cambios.
Por su parte, Enrique García
de la CAF señaló que América Latina tuvo que reconocer que el problema
no era de liquidez, sino de solvencia. "Aprendimos la lección en una
forma bastante dura", dijo. Agregó que la región "aún no sale de la
trampa", y que si se quiere resolver el problema será necesario crecer a
6%, además de fortalecer las instituciones, crear infraestructura y
fomentar una transformación productiva.
Verónica Villarespe precisó
que el problema de la deuda fue un pretexto para la introducción de
nuevas políticas que permitieron concentrar aún más el ingreso en la
región y, a 30 años de la crisis, llamó a recuperar las enseñanzas que
dejó para cada uno de los países.
Jan Peter Shemmel,
de GIZ, agradeció la realización del evento y reconoció que hacer una
sesión de análisis de la deuda en América Latina es muy relevante a la
luz de lo que ocurre ahora en Europa. "Europa sí puede aprender de
América Latina", dijo el funcionario alemán.
Finalmente Jacques Rogozinski
puntualizó que no es posible dar la misma medicina a la misma
enfermedad, sino que debe "personalizarse" la solución y adaptarla para
cada época y a la realidad de cada nación.
Fuente:http://www.eclac.org
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