Mejoras en la irrigación y la tecnología aumentan el rendimiento de las cosechas.

Irrigación.

Los agricultores de la principal región agrícola de Haití aumentaron el rendimiento de algunas de sus cosechas básicas gracias a una mejor irrigación (incluyendo 5.000 a 7.000 hectáreas adicionales de tierra irrigada, según la estación del año), semillas mejoradas, fertilización, control de plagas y otras tecnologías como resultado del Programa de Intensificación Agrícola financiado por el BID.

“El programa me ayudó a cultivar con mayor eficiencia”, dice Phillip Arilus, de 50 años, en la Petite Rivière de l'Artibonite. “Puedo notar la diferencia enseguida, en la alta calidad de las semillas que siembro y en la cosecha final. Espero alcanzar una mejor rentabilidad y una mejor calidad de vida para mi familia”, comenta Arilus, padre de cuatro hijos.
“He sido agricultor durante muchos años en el valle de Artibonite”, prosigue. “Pero pocas veces mi cosecha mejoró entre un año y el siguiente. Ahora, siento una gran satisfacción gracias a que puedo cultivar más y mejores cosechas”.
En áreas piloto, los arrozales (se usa la variedad TCS-10) aumentaron de 1,8 a 4,5 toneladas métricas por hectárea. Se están realizando pruebas adicionales en campos de pimientos, cebollas y tomates. La evaluación final del programa medirá la magnitud en que estos aumentos en áreas y campos plantados se convirtieron en ingresos más altos para los productores.
“No obstante, una gran parte del valle todavía no es productiva”, dice Arilus. “Tenemos que seguir trabajando para que todo el valle dé frutos”.

Mejoras en la vida rural

La mayoría del 60 por ciento de los haitianos que viven en áreas rurales se consideran agricultores. Sin embargo, la agricultura suele integrar menos de la mitad de sus ingresos; el resto consiste en remesas enviadas por parientes en el extranjero o en Puerto Príncipe, en las ventas de su trabajo o en el comercio de subsistencia. La mayoría vive en la extrema pobreza, y muchos sufren de deficiencias nutricionales.
Con una densidad poblacional de unas 350 personas por kilómetro cuadrado, Haití agotó su frontera agrícola y excedió la capacidad de volumen sostenible de la tierra. En el área irrigada del valle de Artibonite, la plantación familiar promedio consiste en alrededor de una hectárea de tierra.
La única opción es intensificar la producción de las cosechas con métodos sostenibles. En el valle de Artibonite, donde se lleva a cabo el programa, los buenos suelos aluviales son adecuados para una agricultura intensiva. La construcción de la represa de Péligre y las infraestructuras de irrigación que se realizaron en la década de los años cincuenta convirtió al valle en la principal región arrocera del país. Hoy, unas 300.000 personas dependen del área agrícola irrigada para su subsistencia.
El objetivo del programa (intensificar la producción agrícola en el valle, que se encuentra al norte de Puerto Príncipe) está alineado con dos de las prioridades más importantes del gobierno haitiano: revitalizar la agricultura y descentralizar la actividad económica del país.

Resumen del programa

El Programa de Intensificación Agrícola se aprobó originalmente en 2003 para aumentar la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas de irrigación y para proveer tecnología mejorada a los agricultores. Su objetivo es aumentar los ingresos familiares de manera sustancial para unas 170.000 personas del valle de Artibonite y hasta en un 200 por ciento para unos 29.000 beneficiarios principales. Otras personas que trabajan en el transporte y el procesamiento de productos agrícolas también resultarán beneficiadas.