Apreciados Colaboradores:
Queridos Todoas:
Reciban un Caltelúrico saludo y muchas bendiciones de Dios todopoderoso junto a los suyos. Estamos en plena efervescencia del mes de la Patria que extenderemos hasta el 9 de marzo, así que mantengan sus banderas en el frente de sus hogares y adornen sus vehículos por igual.
En el coloquio cotidiano de los dominicanos existen frases típicas o “clichés” como: “El preciado líquido” para referirse al agua; “Las frágiles y débiles embarcaciones” para decir yolas; o “Cuando llueve en Bonao la gente del Bajo Yuna prende velas”, para referirse a la posibilidad de inundaciones en esa zona de nuestra nación. Casualmente en el día de hoy (30/01/13) en la página 7E del periódico HOY se reitera esa última frase en el artículo rubricado por el amigo Evaristo Rubens, titulado “DRAGADO Y CONSTRUCCION CANAL, SOLUCIÓN DEFINITIVA EN BAJO YUNA”.
Días atrás, a raíz de nuestra participación en AGENDA ECONÓMICA, programa conducido por los economistas José Ml. Luna Valiente, Andrés Terrero y Ezequiel Molina, expresamos nuestra opinión acerca del problema de las inundaciones recurrentes (EFECTO) en el Bajo Yuna, perennizadas a la existencia de meandros que frenan la salida del agua del Yuna a la Bahía de Samaná, lecho del río sedimentado producto de la erosión del suelo tierras arriba, provocado por los sistemas de preparación de terreno y la deforestación (CAUSA).
Para enfrentar las inundaciones en el Bajo Yuna el Estado Dominicano ha implementado una serie de medidas que van desde la construcción de una presa (Hatillo/1984), el canal “la Lisa” que deriva aguas hacia el rio Barracote y el dragado recurrente del lecho del río, medidas que han mitigado de una u otra manera las inundaciones en los últimos años. A pesar de las diferentes acciones implementadas, las inundaciones continúan ocurriendo de vez en cuando.
Procedemos a remitirles “Enfrentando las inundaciones en el Bajo Yuna” (Ver anexo), en donde expresamos nuestras consideraciones acerca de las posibles soluciones a las inundaciones, que sintetizamos de la siguiente manera:
PROBLEMA
· La región Nordeste de la nación se encuentra bajo la amenaza de inundaciones en el especial el Bajo Yuna (imagen pag.2)
· Tal como lo muestra el esquema topológico de la región hidrográfica YUNA (ver pag. No3), las inundaciones del Bajo Yuna son provocadas por las aguas del río Yuna que desembocan en la Bahía de Samaná. Una parte de esos ríos (Blanco, Tireo, Yuboa, Masipedro, Yuna y Maimón que están coloreados en rojo) son represados (435 millones de metros cúbicos) por la presa de Hatillo. Posterior a la presa (coloreados en azul) entran las aguas del río Camú, que vienen alimentadas por el Jima (Cord. Central), Naranjal, Bacuí, Cenoví, Jaya y Licey (desde la Cordillera septentrional). También son afluentes del Yuna-medio los ríos Maguaca, Chacuey, Cevicos, Payabo y Cuaba.
· En las páginas 4 y 5 mostramos la procedencia y el curso de los ríos que desembocan en el rio Yuna. En vista de lo mostrado anteriormente las inundaciones podrían ocurrir independientemente a las lluvias de Bonao.
SOLUCIÓN (Corto plazo)
· En la foto satelital de la página 6 y el mapa de la pag. No.7, se observa parte de la zona del área a ser dragada, en las proximidades de la derivación del canal de la Lisa. Por igual el área correspondiente al PARQUE NACIONAL MANGLARES del BAJO YUNA, ecosistema que debe de ser siempre tomado en consideración.
· En las páginas 8 a 12, observamos el curso del río Yuna-abajo (área a ser dragada).
SOLUCIÓN (Largo plazo)
· En las páginas 13 y 14 de la presentación mostramos el plano original del Proyecto Aliviadero del YUNA o Canal de los HAITISES, proyecto concebido a mediados de los 70’. El mismo derivaría parte de las aguas del río Yuna hacia el río Barracote.
· El aliviadero o canal de derivación YUNA-BARRACOTE (AYB) es una probable solución a largo plazo por la inversión de recursos económicos. Dudamos que la misma tenga un costo “sobre los US$30 millones”, sino muy superiores. En conversaciones que sostuvimos con el ing. EMILIO ALMONTE (QEPD), este nos planteó los cuantiosos recursos de la misma en la ejecución y que se debía de re-elaborar el proyecto (El original NO contaba con el factor HATILLO, construida posterior al diseño del AYB).
La solución sostenible en el tiempo de las inundaciones del Bajo Yuna estriba en continuar el proceso de arborización (reforestación) masiva de nuestras montañas (INVERSION PUBLICO-PRIVADA) y prácticas de manejo del terreno por parte de los agricultores que disminuyan los efectos de la erosión del suelo.
El Agua es Vida, No la desperdicie
Manuel González Tejera (manegonte)
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